Los planes de recortes del gasto y de subidas de impuestos que viene aplicando el Gobierno central desde finales de 2011 para cumplir los objetivos de déficit público exigidos por la Unión Europea (UE) tropiezan de lleno con la brutal caída en la recaudación de Hacienda. Los ingresos tributarios totales sumaron 73.602,5 millones de euros durante el primer semestre de este año, lo que supone una caída del 3,6 % en comparación con idéntico período de tiempo del año anterior. En el caso particular de la Comunitat Valenciana, con un volumen de fondos de 4.459 millones, la Agencia Tributaria detecta un recorte del 9,2 %, es decir tres veces más que la caída medida española, según indica el último informe de recaudación del fisco.

Tanto el IRPF como el IVA se han desplomado durante este tiempo. La primera parte del año ha servido para constatar que el Ejecutivo de Mariano Rajoy sobreestimó la previsión de ingresos incluidos en los Presupuestos Generales del Estado para 2012, presentados en abril. Así, los ingresos por IVA hasta junio se derrumbaron un 10% por la recesión económica (-16,5 % en la Comunitat Valenciana). Pese a todo, Hacienda sostiene que las medidas aprobadas en estos últimos meses, como el incremento del tributo que grava el consumo, garantizan que la Administración central cumplirá el objetivo de déficit que determina Bruselas. Sin embargo está por ver qué pasara con las comunidades autónomas. Hasta junio, el déficit del Estado alcanzó el 4,04%, un nivel superior al 3,5% previsto para todo el año.

El mayor descenso en los ingresos tributarios corresponde a Castelló, con una merma del 31,1 % hasta situarse en los 385,6 millones de euros. Valencia anotó un descenso del 7,2 %, hasta los 3.568 millones. Mientras tanto, Alicante acusó un recorte en los ingresos tributarios del 7,9 %, al registrar 958,3 millones de euros. Además, Castelló fue durante la primera mitad del año la provincia de España donde más se redujeron los ingresos tributarios por IVA. Tan sólo aportó al Estado 15,2 millones de euros hasta junio, es decir un 84 % menos que el año pasado, cuando el fisco logró 95,3 millones. La cifra recaudada es similar a provincias como Cuenca o Ávila, con una industria y un sector servicios muy por debajo de las comarcas de la Plana.

Menor beneficio empresarial

La crisis acentúa las crisis empresariales en la Comunitat Valenciana y, por tanto, deteriora unas cuentas de explotación que arrojan menores beneficios o bien «número rojos»El impuesto de sociedades —que grava las ganancias— ha caído un 10,2 % respecto al primer semestre de 2011, logrando tan sólo 265,9 millones de euros. En este capítulo también destaca Castelló, cuyas compañías han aportado un 61 % menos de dinero a las arcas del Estado que un año antes. Tampoco se libran del descenso los impuestos especiales (afectan a hidrocarburos, tabacos o bebidas alcohólicas), pues aportaron un 7,3 % menos de ingresos.

Desde el ministerio que dirige Cristóbal Montoro se confía en que la caída de ingresos se recupere en la segunda mitad gracias a las subidas de impuestos. Con todo, los técnicos de Hacienda, según fuentes del sindicato profesional Gestha, no lo ven tan fácil y atribuyen la merca de ingresos de Hacienda al «aumento de las solicitudes de aplazamiento y fraccionamiento de los pagos fiscales por parte de los contribuyentes, unido a la desaceleración de la actividad económica propias de la coyuntura de crisis». En ese sentido, puntualizan que también obedece al alza de la economía sumergida en una coyuntura donde las dificultades económicas promueven la «picaresca e incitan a los contribuyentes a defraudar antes que a cumplir sus obligaciones fiscales».

A partir del 1 de septiembre, subirá el tipo normal del IVA del 18% al 21% (del 8% al 10% en el caso del tipo reducido). Sin duda, esta inminente inflación tendrá una serie de efectos sobre la adquisición de bienes. Fuentes de Consumer sostienen que habrá un impacto inmediato en la caída del consumo y del repunte del paro, la reducción del poder adquisitivo y más diferencias sociales, así como un reflejo muy notable en las ventas —que irán en descenso— del negocio del automóvil, vivienda, turismo y transporte, así como en las áreas de cultura, ocio y de restaurantes.