Bankia culminó ayer con una subida del 24,44% una remontada en bolsa que ha llevado los títulos de la entidad de su mínimo histórico de 0,53 euros del pasado 17 de julio hasta los 1,26 con que cerró ayer; unas subidas que podrían no haber tocado techo y que se producen a la sombra de que el Gobierno y Bruselas acuerden liberar el primer tramo de la ayuda bancaria de la UE, que podría llegar este mismo mes de agosto, "en una o dos semanas", según señalaron fuentes del Ministerio de Economía.

Para el catedrático de Análisis Económico, Joaquín Maudos, "la explicación a la fuerte subida de Bankia en los últimos días es que los inversores descuenten el efecto de la posible inminente inyección de fondos públicos necesarios para restaurar la solvencia de la entidad. Hay que recordar que en estos momentos Bankia es una entidad que está operando en los mercados con un nivel de solvencia muy por debajo del mínimo exigido". Maudos recuerda que la entidad "está a la espera de la inyección de fondos públicos por importe 19.000 millones" que podría adelantarse, en parte, este mismo mes. "Dado que esa inyección de fondos públicos supone restaurar la solvencia de Bankia, es una buena noticia que lleguen, y este efecto es el que descuentan los inversores comprando acciones cuyo precio ha caído brutalmente en los últimos meses. Si la entidad vuelve a ser solvente con la recapitalización, se restaura la confianza en la entidad", de ahí la subida del precio de su acción.

La Comisión Europea aseguró ayer que aún no había recibido la solicitud de las autoridades españolas para activar la ayuda urgente, según reconoció el portavoz comunitario Olivier Bailly. Según el Memorando de Entendimiento firmado entre Bruselas y España, esa petición formal es necesaria para utilizar los primeros fondos, depositados en el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). El visto bueno de la concesión de este tramo, en cuyo trámite ya está trabajando el banco de España, depende de la propia CE, del Grupo de Trabajo del euro y del Banco Central Europeo (BCE), pero no necesita la aprobación de los ministros europeos de Economía y Finanzas.

Desde Bruselas recordaron que el primer tramo de 30.000 millones de euros necesita una solicitud "justificada y cuantificada" por el organismo supervisor español, y es necesario que exista "un riesgo de quiebra de la entidad" para activarlo.