El Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha diseñado una reforma energética en la que se incluye tanto un nuevo gravamen a la energía nuclear basado en la producción y almacenamiento de residuos como otro para la hidráulica justificado a partir del uso de cauces fluviales, explicó el ministro José Manuel Soria, en una entrevista concedida a Europa Press.

El objetivo de la reforma energética es "equilibrar el sistema eléctrico" y acabar con el déficit de tarifa, que asciende a 24.000 millones en términos acumulados y que "va creciendo a un ritmo de 6.000 ó 7.000 millones al año", afirmó el ministro. "Si no hacemos nada, en pocos años podría ser de 40.000 ó 50.000 millones, y entonces tendríamos un problema financiero", advirtió. El retraso en la aprobación de esta reforma se debe a su "complejidad", señaló, antes de indicar que "irá al Consejo de Ministros cuando haya consenso en el seno del Gobierno" acerca de su contenido. "Dada su casuística, probablemente sea la de mayor complejidad técnica", reconoció Soria.

Ingresos del sistema

La reforma, explicó, "contiene medidas para reducir gastos y aumentar ingresos", y dentro de este segundo aspecto "se ha planteado" la aplicación de "una tasa o canon para la producción de residuos nucleares y su almacenamiento", así como "un canon por la utilización de los cauces de los ríos donde existen centrales hidroeléctricas", dado que son "recursos públicos". Como ingresos del sistema, Soria consideró "obvio que se planteen tributaciones a la generación de todo tipo de energía". Para ello, ha propuesto un "impuesto" sobre la facturación, es decir el precio al que se vende cada megavatio multiplicado por el número de megavatios.