La nueva unidad que el Sabadell ha creado a modo de «banco malo» para gestionar todos los activos inmobiliarios y los créditos problemáticos relacionados con el ladrillo que acumula el grupo va a tener mucho, pero que mucho trabajo. A pesar del importante esfuerzo realizado durante el año pasado, en el primer semestre de 2012 los administradores del FROB, en primer lugar, y más tarde los propios gestores del banco catalán continuaron aflorando nuevas bolsas de morosidad en la abultada cartera de 11.669 millones de euros en préstamos que los promotores aún deben al ahora Banco CAM. En las cuentas de junio presentadas esta semana ante la CNMV un 78,2% de todas estas operaciones aparecen ya catalogadas como de difícil cobro, casi diez puntos más que en el cierre del anterior ejercicio. En concreto, 7.843 millones (el 67,2% del total) constan en el apartado de dudosos, lo que significa que ya se han registrado retrasos de al menos tres meses en el pago; por su parte, otros 1.291 millones (el 11%) están clasificados como subestándar, lo que indica que tienen ya algún impago o que hay muchas posibilidades de que se produzca. El balance registra otros 750 millones que se dan por fallidos. Se consideran incobrables y se han ejecutado las garantías.

Desde la entidad reconocen que la cifra puede sorprender pero aseguran que responde a la voluntad de aflorar de una sola vez toda la morosidad latente para poner Banco CAM en disposición de remontar el bache cuanto antes. En este sentido, consideran que este ejercicio de reconocimiento de la situación coloca a la entidad por delante de otras cajas que han tenido problemas y que aún no se han atrevido a realizar los saneamientos necesarios.

Tampoco hay que perder de vista que el Sabadell cuenta en estos momentos con una importante ventaja, el Esquema de Protección de Activos (EPA) que le concedió el FROB al quedarse con Banco CAM, que cubre un perímetro de más de 24.000 millones de euros en el que están incluidos hasta el 96% de estos préstamos concedidos al sector promotor (ver tabla).

Algo más preocupante resulta el alza de los impagos en las hipotecas de particulares, generalmente considerada como la parte del negocio financiero más segura y estable. Hasta el 8,8% de los préstamos que la entidad tiene concedidos para la adquisición de viviendas tienen retrasos en las cuotas, una cifra que supera ampliamente la media del sector, que apenas supera el 3%. Esto significa 1.749 millones en hipotecas impagadas de las que el EPA solo cubriría 259 millones. De hecho, durante el primer semestre Banco CAM también se vio obligado a asumir otros 528 millones en inmuebles por las entregas en pago o los embargos como consecuencia de la morosidad en este segmento. Banco CAM acumula 3.037 millones de euros en inmuebles adjudicados, un 30% más que en diciembre. De ellos, 566,7 millones son terrenos sin edificar y otros 720,4 millones son promociones sin vender.