Las tres provincias de la Comunitat Valenciana tienen los precios de venta al público de los combustibles más altos de España, según reconoce el último informe de la Comisión Nacional de la Competencia relativo al año 2011. Y ayer, esos precios volvieron a batir récord históricos en la provincia de Valencia en vísperas de una nueva subida a partir del 1 de septiembre por la entrada en vigor del aumento del impuesto sobre el valor añadido (IVA).

Según el análisis realizado por Levante-EMV sobre el cerca de medio millar de estaciones de servicio de la provincia de Valencia, el precio medio del gasóleo se situaba ayer en 1,490 euros por litro mientras que el de la gasolina 95 era de 1,524. Unas cifras que muestran unas diferencias que alcanzan los cerca de 28 céntimos entre la estación en la que se vende el gasóleo más barato, en Bugarra (1,180 €) y el más caro, en Silla (1,459 €). Cifras que prácticamente se repiten en el caso de la gasolina de 95 octanos.

Unos precios en constante subida en las últimas semanas, coincidiendo con el inicio de los periodos vacacionales, que no guardan una relación directa con la evolución de los precios internacionales del crudo. La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees) lo atribuye a las exportaciones de gasolina que se producen todos los años por estas fechas rumbo a Estados Unidos. Según explica Vicente Nácher, asesor de la patronal, España, en verano, produce más gasolina de la que consume y el excedente «se envía a Estados Unidos, donde en esta época del año se consume más». Una operación que encarece el precio en España.

Sin embargo, desde la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) tienen otra visión de lo que está ocurriendo. En su último informe relativo al año 2011 ya advertía de que «los precios y los márgenes en España siguen estando entre los más altos de la Unión Europea y por encima de economías de tamaño comparable», un hecho compatible con «un menor nivel de competencia a lo largo de la cadena de comercialización». Precisamente desde la patronal Ceees se apunta también a la escasa competencia en el mercado español, que ha pasado en una década de decenas de compañías a «prácticamente cuatro», que son Repsol, Cepsa, BP y Galp. Nácher insistió en que los precios de las gasolinas los fijan «las compañías petrolíferas», no las gasolineras.

Falta de competencia

Esta situación de mercado cerrado y falta de competencia la ha podido detectar la CNC, que insiste desde 2009 en que es necesario eliminar las barreras administrativas para facilitar la entrada en España de otros operadores petrolíferos.

De hecho, tras los análisis realizados a los precios de los carburantes en el mercado español, la CNC ha podido constatar circunstancias que sólo tendrían explicación con la existencia de pactos ilícitos en el mercado. Por ejemplo, en «las asimetrías que se producen» cuando hay un incremento de los precios internacionales, «que reaccionan más rápidamente que cuando estos mismos precios disminuyen». Esta asimetría, señala la CNC, «tiene efectos perjudiciales para los consumidores finales, puesto que no se benefician rápidamente de las bajadas de importes internacionales y sí sufren con mayor rapidez las subidas».

Asímismo, en el establecimiento de los precios se ha podido comprobar que, a nivel provincial, son «excesivamente uniformes», independientemente del coste del transporte, que sí que tendría peso en un marco competitivo.

Primero subirá el IVA del 18 al 21 % y después llegará el céntimo verde

El precio de los combustibles deparará nuevas subidas en las próximas semanas. La primera en llegar, a partir del 1 de septiembre, será la del IVA, que pasará de un tipo del 18 % actual al 21 %. En la práctica, esta subida supondrá un nuevo incremento de unos 4 céntimos aproximadamente, ya que depende del precio del combustible en cada momento. Actualmente el IVA representa un 15,25 % del precio final del gasóleo y de las gasolinas. Sobre un precio de referencia de 1,2 euros, el IVA pasaría de 0,216 euros a 0,251. Asímismo, cuando el Gobierno apruebe la reforma energética, Industria tiene previsto implantar una nueva tasa a los hidrocarburos para intentar corregir el déficit de tarifa eléctrico denominado céntimo verde. En principio se ha hablado de 5,3 céntimos por litro de gasóleo y 4,6 céntimos para las gasolinas, un recargo con el que se esperan recaudar 1.500 millones anuales que se añadiría al denominado céntimo sanitario. m. a. s. valencia