La caída de ingresos declarados a Hacienda por los contribuyentes se agudiza con la crisis económica. Siete de cada diez contribuyentes de la Comunitat Valenciana que declaran rendimientos del trabajo tienen un sueldo inferior a los 21.000 euros, un porcentaje que resulta cinco puntos superior al de la media española, mientras que el 50 % del total ni siquiera llega a los 12.000 euros brutos anuales. Así lo constata la última estadística del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que acaba de publicar la Agencia Tributaria correspondiente al ejercicio de 2010. Los declarantes en estos tramos de ingresos, donde se incluyen los «mileuristas» y rentas inferiores, experimentan un notable repunte porcentual respecto al inicio de la recesión, mientras que —en el otro lado de la balanza— se reducen a la mitad la cifra de ricos con sueldos superiores a los 601.000 euros (100 millones de las antiguas pesetas). De hecho, tan sólo quedan 372 con ese nivel de rentas en la autonomía, frente a los 711 del año 2008.
La radiografía del IRPF de Hacienda muestra un claro empobrecimiento de los ciudadanos al aumentar también los tramos de población que declaran rentas del trabajo inferiores a los 6.000 euros, pues dibuja un escenario donde aparecen representados una quinta parte de los contribuyentes valencianos. Aquí figuran parados de larga duración con prestaciones o subsidios inferiores, así como perceptores de las ayudas gubernamentales de los 400 euros mensuales —aquellos que han agotado cualquier ingreso del Estado—, una subvención que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha decido prorrogar otro medio año a partir de hoy tras un largo debate público.
Nóminas más bajas
El incremento del IRPF para todos los tramos empezó a reducir las nóminas de los asalariados el pasado mes de febrero. Con todo, los contribuyentes con unos ingresos inferiores a 33.000 euros y con derecho a aplicar la llamada «deducción por vivienda habitual» podían pedir a su empresa que le rebaje en dos puntos la retención que se aplica mes a mes sobre su nómina. Hasta ahora, el umbral se situaba en 22.000 euros ya que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero eliminó la deducción por vivienda para rentas superiores a 24.100 euros.
Los residentes en territorio español están obligados a presentar la declaración de la renta a partir de rendimientos de trabajo superiores a 22.000 euros cuando hay un sólo pagador. Sin embargo, cuando existe más de un pagador, el segundo y sucesivos pagadores no deberán ascender a más de 1.500 euros para estar exentos de la declaración. No realizan declaración las personas con rendimiento de capital mobiliario o de tributación del ahorro no superiores a 1.600 euros, o las personas que no tengan rentas superiores a mil euros.
En el capítulo de deducciones, casi seis mil declarantes en España se beneficiaron de la deducción por compra de vivienda habitual que fue suprimida parcialmente desde enero de 2011, lo que supone aproximadamente una tercera parte de los 19,3 millones de declarantes por IRPF del año anterior. Concretamente, la deducción media en el tramo nacional fue de 525,37 euros, mientras que en el tramo autonómico se situó en los 262,5 euros. Por otro lado, la Agencia Tributaria refleja que el importe medio del total de las deducciones autonómicas en 2009 fue de 156,59 euros para cada uno de los 1,5 millones de contribuyentes con derecho.
Salarios medios
El estudio sobre salarios que refleja la última estadística del Ministerio de Economía de Hacienda también pone de manifiesto que el salario medio apenas varió en los últimos años. La nómina media de los asalariados de la Comunitat Valenciana se elevó a 17.371 euros al año, una cantidad que resulta casi dos mil euros inferior a la media de España y sigue muy alejada de los primeros puestos que ocupan autonomías como Madrid y Cataluña.
Además, si se observa con detalle los tramos de rentas más elevadas, la estadística constata que aquellos que cobraban más de 601.000 euros al año pasaron de suponer el 0,04 % del total a principios de la crisis al 0,02 % en 2010 Del mismo modo, en el segmento de entre 150.000 y 601.000 euros, los declarantes perdieron peso desde el 0,36 % al 0,25 %, pero cobraron de media un 1,3 % más. Aquellos que ganaron entre 60.000 y 150.000 euros pasaron de ser el 2,87 % del total, al 2,57 %, pero con una remuneración media de un dos por ciento superior.
Por tramos de edad hay importantes diferencias. El sueldo medio entre los contribuyentes menores de edad asciende a 4.100 euros anuales. Esta cifra que se sitúa por los suelos afecta a personas que solo trabajan a tiempo parcial y en períodos vacacionales, sobre todo en verano. Sea como fuere, el salario bruto entre los 26 y los 35 años asciende a 16.100 euros, lo que supone que la mayoría de jóvenes se mueven en la frontera del «mileurismo». Los empleados entre 56 y la edad de jubilación ganan de media unos 25.200 euros en España, lo que refleja que la retribución es proporcional con la edad.
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