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Fue solo una primera toma de contacto pero al menos sirvió para que los representantes de los trabajadores conociesen el alcance y, sobre todo, la distribución de los recortes de personal que el Sabadell prevé aplicar en la CAM para cumplir con las exigencias de la Comisión Europea, que reclamó la supresión de 2.231 empleos a cambio de autorizar la adjudicación de la entidad. En la reunión que ayer mantuvieron en Barcelona con los sindicatos, los responsables de Recursos Humanos del grupo expusieron que hasta el momento se han registrado 128 bajas en la plantilla, por lo que, para cuadrar con las cifras exigidas por Bruselas, será necesario aplicar un expediente de regulación de empleo de 1.773 personas en el ahora denominado Banco CAM, mientras que las empresas participadas deberán absorber más adelante otras 441 bajas. Los recortes en la matriz afectarán a 1.333 trabajadores de la red de oficinas -otro de los condicionantes de la CE fue el cierre de 450 sucursales, de los que quedarían unos 360 por ejecutar-, mientras que en los servicios centrales desaparecerán 329 puestos de trabajo. También se incluirán en el ERE los 111 empleados de la entidad que aún quedan en lo que se conoce como "jornada especial", el particular sistema que se aplicó a los primeros prejubilados de la antigua caja alicantina. El Sabadell confía en reducir el impacto del ERE con prejubilaciones u traslados, aunque no ha concretado aún las condiciones.
