La cruda realidad de la crisis económica refleja con el paso del tiempo un panorama seriamente preocupante en los niveles de empleo generados por los diversos sectores económicos de la Comunitat Valenciana. El mercado de trabajo ha perdido ya 420.300 ocupados entre el segundo trimestre de 2008 e idéntico período de tiempo de 2012, es decir diecinueve de cada cien personas ocupadas en la autonomía han dejado de estarlo en estos cuatro años, según constata un informe, a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), elaborado por la intercomarcal l’Alacantí-les Marines de Comisiones Obreras. Nunca como hasta ahora se había destruido tanto empleo.

Actualmente la Comunitat Valenciana cuenta con 1.817.300 personas ocupadas, que supone un 18,8 % menos en comparación con el inicio del citado período de crisis. La peor partida corresponden a los asalariados, que cuenta con 334.500 personas menos, mientras que entre los autónomos hay una merma de 44.300 empleos. También resulta alarmante los 37.300 empresarios que se han quedado en el paro, de los que casi un tercio corresponden a la construcción.

Debacle en la industria

El sector de actividad que más pierde es el del ladrillo, con 176.800 empleados menos y una perdida de 151.600 asalariados. La destrucción de tejido empresarial afecta también afecta de lleno a la actividad de servicios, que registra 23.000 patronos menos en el periodo analizado. «Desde el inicio de la crisis muchos se han visto obligados a terminar su actividad empresarial por la falta de apoyo financiero, la morosidad de las administraciones y por el impacto de las medidas del Gobierno en la capacidad de gasto de las familias», según CC OO-PV. Mientras tanto, la industria ha destruido 108.400 ocupados. Según la central sindical, las administraciones públicas «están haciendo pagar la crisis a las personas que viven de su trabajo, empobreciéndolas de manera indigna, mientras los grandes defraudadores y los grandes grupos financieros». Comisiones Obreras reitera su rechazo a una reforma laboral que no crea empleo»