Cemex ha comunicado a los representantes sindicales en la cementera un expediente de regulación de empleo (ERE) para 370 trabajadores, cerca de un tercio de la plantilla en España, así como la puesta en marcha de un plan de reorganización para sus fábricas y negocios.

Según han confirmado a EFE fuentes sindicales, el grueso de los despidos se localizará en la fábrica de cemento de Alcanar (Tarragona), donde se calcula que puede haber cerca de 120 afectados, y en la de Castillejo (Toledo), en la que se prevé un ajuste de unos 100 trabajadores.

De acuerdo con el nuevo modelo organizativo previsto por Cemex para las fábricas, las instalaciones de Alcanar y Castillejo pasarán a operar como moliendas.

Asimismo, y según ha informado hoy la compañía, también operará como molienda la fábrica de San Feliú (Barcelona), en tanto que la de Buñol (Valencia) funcionará de forma intermitente.

Por su parte, la compañía prevé mantener la operación integral en las plantas de Morata de Jalón (Zaragoza), Lloseta (Baleares) y Alicante.

Los sindicatos, que ya han constituido una comisión negociadora, indican además que la dirección de la compañía tiene previsto cerrar las fábricas de sacos y algunos hilos de cementos.

A la espera de negociar las condiciones del ERE, los sindicatos buscan reducir el número de trabajadores afectados y elevar la indemnización por despido más allá de los 20 días por año trabajado.

Precisamente hoy, Cemex ha anunciado la puesta en marcha del "Plan Horizonte" a fin de adaptar su estructura productiva a la actual situación del sector cementero ante la caída de la demanda, el aumento de los costes y las "malas" expectativas del sector.

En este contexto, la compañía sostiene que, a pesar de haber suspendido la actividad en varios puntos de producción, haber mejorado la eficiencia y reducido los costes, las medidas adoptadas han sido "insuficientes ante la magnitud de la crisis".

Por ello, y ante el alza de los costes de producción, especialmente energéticos, la compañía busca reforzar su presencia en los mercados más relevantes, adaptar su plantilla, incidir en las políticas de ahorro de costes, priorizar las exportaciones, acometer una reorganización de la estructura societaria, apostar por nuevas soluciones constructivas y aumentar la eficiencia energética y la competitividad.

Y es que, desde 2007 el consumo nacional y sus derivados ha experimentado un recorte "alarmante" año tras año, reconoce Cemex, que subraya que la previsión de consumo para 2012 alcanzará solo los 13,6 millones de toneladas, lo que implica un descenso del 75 % en todos los negocios.

Para 2013, añade, la previsión de consumo oscila entre los 10 y 11 millones de toneladas. Un indicador que se verá lastrado por el incremento de los costes regulados de la tarifa eléctrica, que se han incrementado un 120 % en los últimos cinco años, indica en un comunicado.

Con esta decisión, Cemex, que tiene ocho fábricas de cemento en España, se suma así a Cementos Portland Valderrivas, filial del grupo FCC, y a Holcim, que se han visto también abocadas a realizar ajustes de plantilla ante la caída del mercado.