La comisión ejecutiva de la Unió de Llauradors se encerró ayer en un despacho de la conselleria de Agricultura para exigir a la Generalitat el pago de las deudas pendientes con el campo valenciano. Según las estimaciones de la organización que lidera Ramón Mampel, los cobros todavía no recibidos se elevan a 120 millones de euros y afectan a más de 25.000 agricultores y ganaderos. La movilización de la Unió se produce en un momento de grave crisis en el sector y que en opinión de Mampel aumentará más con los recortes de la administración dirigida por Maritina Hernández.

La plana mayor de la Unió, que fue recibida por la titular del inmueble de La Cigüeña aunque no obtuvo ninguna respuesta, reclama de la Generalitat que clarifique el calendario de pagos «con un compromiso claro» para tranquilizar a miles de agricultores y ganaderos perjudicados. El encierro se prolongó hasta las 20.00 horas, cuando miembros de la policía obligaron a desalojar el recinto.

Una de las partidas más importantes que la conselleria no puede abonar afecta a las comunidades de regantes (40,5 millones de euros). Además, la Generalitat sigue sin desembolsar 24,5 millones correspondientes a subvenciones por daños causados por temporales, renovación de maquinaria, agrupaciones de defensa sanitaria, planes de reconversión de cítricos y lucha contra las plagas. El tercer paquete de ayudas sin pagar (unos 55 millones) afecta expedientes agroambientales, que incluyen la producción integrada de cítricos y viña, así como las dedicadas al arroz y los frutos secos.

Según la Unió, «el sector no puede confiar más en la dirección de una consellera que permanece seis años al frente de una entidad administrando dinero y hace tres años que no paga. En este tiempo se han abandonado 40.000 hectáreas de cultivo», asegura la organización agraria. El presupuesto de la administración autonómica para 2013 desciende un 23% en medio de la grave crisis de precios que azota al campo. A esa reducción presupuestaria de 71,2 millones de euros hay que añadir la merma ya sufrida en los presupuestos de este año 2012. En dos ejercicios el presupuesto de gastos ha caído un 36 %.