El FROB, poseedor del 91 % de las acciones del Banco de Valencia y gestor del mismo desde su intervención en noviembre de 2011, ultima el traslado a la fiscalía de otras cinco operaciones llevadas a cabo por los anteriores gestores de la entidad en las que ha apreciado presuntas irregularidades. La decisión final, según las fuentes consultadas, la tomará la junta rectora del fondo el próximo mes de enero. De concretarse, sería la segunda denuncia que realiza el FROB, a cuya instancia ya está investigando el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, posibles delitos societarios cometidos por los exconsejeros delegados del banco, Domingo Parra y Aurelio Izquierdo, junto a la familia de empresarios castellonenses Calabuig en operaciones relacionadas con Aguas de Valencia.

Así lo anunció hoy el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos en el Pleno del Congreso, quien avanzó que en caso de la apertura del expediente contra la entidad valenciana se dará traslado a la Fiscalía "inmediatamente". Añadió, además, que la decisión del Banco de España se adoptará en un "breve plazo de tiempo".

De Guindos hizo este anuncio en respuesta a una pregunta del diputado de UPyD, Álvaro Anchuelo, que quería saber cómo se ha inyectado una cantidad tan "escandalosa" (5.500 millones de euros) en una entidad tan pequeña, sobre todo cuando la consultora Oliver Wyman estimó en su momento que bastaba con 2.500 millones para hacer frente a un escenario "muy adverso".

En las mencionadas operaciones crediticias habrían participado personas de la cúpula directiva del banco y conocidos empresarios valencianos. Conviene recordar al respecto que, además de la denuncia del FROB, el juez Pedraz investiga una querella presentada por la asociación de pequeños accionistas del Banco de Valencia, Apabankval, en la que se mencionan diversas empresas en cuyo accionariado participaba la entidad financiera. «Estas operaciones se han realizado en contra de los intereses del Banco de Valencia. Se favoreció a terceras personas por la única razón de tener vinculaciones personales con algunos de los miembros del consejo de administración y se realizaron causando un daño al patrimonio del Banco de Valencia que acabaron suponiéndole un perjuicio y un supuesto beneficio a terceros», aseguraba la asociación en su querella, dirigida contra todo el consejo de la entidad.

Entre esas firmas mencionadas por Apabankval, la más conocida es la promotora de Polaris World, aunque figuran otras mercantiles como Grupo Lugodi, Bavacum, Valmur Gestión y Desarrollo Urbano, Kalite Desarrollo, Pego Golf Inversiones Patrimoniales y Hábitat 2018.

CaixaBank ya trabaja en Valencia

Mientras la entidad pena sus errores en los tribunales, un equipo de CaixaBank, adjudicataria del banco valenciano por un euro „previa inyección de 4.500 millones por el FROB„, ya trabaja en su sede de la calle Pintor Sorolla de cara a preparar el traspaso. Concretamente, ocupa varios despachos de una planta y está analizando el trabajo de los diferentes departamentos, en muchos casos con balances positivos, según ha podido saber Levante-EMV.

El FROB estimó que la oferta económica de CaixaBank, sumada a su solvencia y el contar con un equipo capaz gestionar la adquisición, era la mejor. El proceso de adjudicación, de todos modos, contó con el beneplácito de Bruselas, a donde tuvieron que desplazarse los primeros espadas de las entidades interesadas para explicar sus propósitos. CaixaBank exigía unos 5.000 millones, aunque posteriormente se contentó con 4.500 y la EPA, que conllevará un desembolso adicional de 600 millones en diez años. La oferta del BBVA era muy superior, de 7.000 millones, y, en consecuencia, fue descartada, mientras que la de Bankinter no prosperó principalmente porque no estaba interesado en quedarse con el banco en su conjunto y desechaba algunas partes, entre ellas las participadas.

El futuro de la sede

CaixaBank todavía no ha decidido qué hará con las oficinas y los empleados del banco, que en círculos financieros se apuntaba que reduciría en un 90 % y un 50 %, respectivamente. Lo que es seguro es que se cerrarán muchas sucursales porque CaixaBank tiene más de 400 locales en la Comunitat Valenciana. El criterio que se seguirá es que permanezca la que presente una mejor ubicación y cartera de clientes. Su buen posicionamiento en pymes y en particulares de nivel medio-alto, junto a su voluntad de incardinarse en todo el arco mediterráneo, han sido los acicates de CaixaBank para pujar por el Banco de Valencia, cuya marca podría manterse sólo en la provincia de Valencia, mientras que en el resto podría pasar a denominarse como la entidad catalana. Una de las incógnitas a dilucidar es qué sucederá con su sede central, un edificio emblemático en su exterior, pero de difícil reconversión interna, dado que, a partir de la segunda planta, está concebido como un inmueble de viviendas. Una opción no descartable, dado que la mayor parte de los servicios centrales desaparecerá, es que CaixaBank, una de las entidades más poderosas en cuestiones socio-culturales, opte por transformar el edficio en su sede en Valencia para ejecutar su obra social.

La UE aceptó la venta al ver el coste de liquidar

El proceso de liquidación de Banco de Valencia costaría entre 5.600 y 7.400 millones de euros según Oliver Wyman y unos 6.340 millones según los tres expertos independientes contratados por el FROB para calcular el valor liquidativo de la entidad, cuya venta, por contra, supondrá 4.500 millones. Así lo puso de manifiesto ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, en el Congreso, donde compareció a petición propia para hacer balance de los últimos pasos del proceso de reestructuración. Según De Guindos, «el plan de reestructuración de Banco de Valencia reveló una situación sensiblemente más delicada en cuanto a su liquidez y su solvencia». Por eso, Bruselas no autorizó su recapitalización y mantenimiento en solitario y planteó las dos únicas alternativas: la liquidación o la venta. La consultora Oliver Wyman, tras tener en cuenta la reducción «sustancial» sobre los precios de los activos que conllevaría una liquidación, concluyó que el coste potencial estaría entre los 5.600 y los 7.400 millones. Además, tres expertos independientes precisaron que el valor liquidativo estaría en torno a los 6.340 millones. Por ello, a partir de septiembre se «comenzó a considerar» la posibilidad de la venta y se «completaron los pasos de puesta a disposición de los potenciales compradores de toda la información y recepción de ofertas no vinculantes», tras lo cual Bruselas concluyó que «el coste de la venta a CaixaBank era claramente inferior a la liquidación». e. p. madrid