El capítulo de gastos de la Autoridad Portuaria de Valencia también anota una partida significativa en la adquisición y mantenimiento de la flota de vehículos de empresa que son utilizados por el presidente y la docena de altos directivos que forman parte del organigrama de la APV. Su máximo responsable, Rafael Aznar, usa habitualmente para sus desplazamientos un vehículo modelo Lexus GS 450 H, cuyo precio en el mercado ronda los 88.000 euros . Además, el equipo directivo de la APV disfruta de una decena de coches modelo Prius (coches híbridos), de la marca Toyota, que están valorados en unos 275.000 euros. Sin duda, pocas compañías sostienen una flota semejante para sus quehaceres profesionales. Estos vehículos son utilizados para desplazamientos dentro y fuera de los recintos portuarios y también durante algunas visitas de clientes y autoridades al recinto del Grao. También forma parte del parque móvil presidencial un Ford Mondeo 2.0 FFV Titanium.

Fuentes de la APV aseguraron ayer que se trata de «vehículos de trabajo asignados a diferentes departamentos, no a personas, como a las áreas de presidencia, comercial, medio ambiente, proyectos y obras, mantenimiento o policía portuaria». También comentaron que son vehículos «para los desplazamientos de trabajo y entre los tres recintos portuarios: Gandia, Sagunt y Valencia».

Mientras tanto, el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Valencia (compuesto por 16 miembros) se repartió unas dietas de 140.000 euros durante el ejercicio de 2011. Los representantes del consejo perciben unas dietas de 800 euros brutos por asistencia a cada reunión de este organismo autónomo de la administración „que celebra alrededor de doce encuentros anuales„, lo que garantiza unas retribuciones anuales medias de 9.600 euros a cada uno de los 16 dirigentes de la APV. Con todo, algunos representantes del consejo renunciaron a esta dieta, como es el caso del presidente o de la Delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León.

El recorte presupuestario en 2010 del Ministerio de Fomento, organismo que tutela los puertos de interés general de España, causó una reducción del número de miembros del consejo de la APV (que pasó de 22 a los 16 actuales), así como del 20 % en la cuantía de la dietas nominales por asistencia al citado evento, según aseguran fuentes de la entidad que gestiona los recintos de Valencia, Sagunt y Gandia. El expresidente de la Cierval Rafael Ferrando es consejero y vicepresidente de la Autoridad Portuaria. También son conejeros Vicente Boluda y Alberto Catalá, entre otros empresarios.