Los valencianos que reciban herencias de familiares de primer grado (padres, hijos o hermanos) seguirán disfrutando de una bonificación del 99 % en el impuesto de Sucesiones y Donaciones.

El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, intentó la semana pasada que el pleno del Consell diera su aprobación a la propuesta de rebajar este perdón fiscal de forma que se tribute por el 25 % del impuesto, pero sus compañeros de Gobierno frenaron sus intenciones y decidieron mantener una medida fiscal que ha sido enarbolada por el PP valenciano y el Consell casi como una seña de identidad.

No sólo se evitó que prosperara la intención del conseller encargado de cuadrar las cuentas sino que el asunto ni siquiera está en la mesa del Consell. Según ha podido saber este diario, la exención casi total de ese impuesto no se va a replantear de ningún modo.

Problema endémico

El gozo de Moragues en un pozo. El titular de Hacienda dejó claro el miércoles pasado en las Corts que el problema endémico de las cuentas públicas valencianas reside, más que en la deuda acumulada, en la caída de ingresos y un sistema de financiación que penaliza a la Generalitat.

De ahí que Moragues busque a la desesperada cualquier medida que procure liquidez a las arcas públicas. El plan para combatir el fraude fiscal es una de las patas de su política para incrementar la recaudación. Y restablecer el impuesto -la excepcionalidad de la aplicación de la ley se remonta a la etapa Zaplana- de sucesiones y donaciones era una opción para él. Con todo, fuentes de la Generalitat indicaron que de gravarse el 25% las herencias, se recaudaría anualmente menos de 30 millones de euros, por lo que tampoco representa una aportación clave para tapar el agujero contable del Consell.

No sólo el PP valenciano ha hecho bandera de la exención de este tributo. En las comunidades de Castilla y León y Murcia también los populares decidieron la bonificación prácticamente total en Sucesiones y Donaciones, lo mismo que en Madrid. Pero mientras que en la comunidad que gobierna Ignacio González sigue vigente la exención, en los dos primeros casos han decidido reinstaurar el impuesto. Eso sí, al menos en el caso castellano-leonés se seguirá el modelo de Andalucía y el impuesto se aplicará de forma progresiva según patrimonio. Así, solamente pagarán quienes reciban herencia por valor superior a los 175.000 euros por contribuyente. De forma que en el caso de un padre que deja en herencia un patrimonio valorado en un millón de euros ha de tener seis herederos para que estén exentos de tributar.