Ros Casares Centros del Acero, una de las divisiones de la corporación empresarial Ros Casares, tiene previsto poner en marcha un expediente de regulación de empleo (ERE) para recortar alrededor del 20 % de la plantilla de esta área de actividad, que emplea a un total de 170 personas y cuenta con centros de trabajo en el País vasco, Navarra, Aragón, Asturias y Galicia. Este plan de extinción de contratos no afecta al resto de del grupo Ros Casares, que cuenta con más de 50 centros distribuidos por toda España dedicados a la transformación y distribución siderúrgica y suministro industrial.

La compañía familiar valenciana -con negocios en España, Francia y Polonia- ha puesto en marcha una programa de reorientación de su actividad industrial para reforzar áreas de diversificación y apostar por los sectores industriales con mayor perspectivas de negocio, como el eólico o el naval, entre otros. En ese sentido, la empresa ha realizado importantes inversiones en los últimos años en algunas fábricas. El Grupo Ros Casares inauguró en 2011 un nuevo centro de servicios de transformación de producto plano en Vitoria. En el nuevo centro Júndiz II se invirtieron 9,5 millones de euros. Ros Casares asegura que no tiene previsto desmantelar su empresa de Vitoria, tal como denunció ayer el sindicato ELA.

En la Comunitat Valenciana, el grupo paralizó el proyecto de la nueva fábrica de Sagunt que, gestionada por la filial Brava Steel, preveía poner en marcha a finales de 2009, tras una inversión de 442 millones de euros. Ros Casares contaba con una reserva de suelo en Parc Sagunt y también abandonó una terminal en el puerto.