El autor de Juan Roig, el emprendedor visionario desmitifica el papel del expresidente de la Generalitat Joan Lerma en Mercadona. "Lo de Lermadona era más fruto de la envidia de un periódico valenciano que realidad. Más allá de la buena relación que existía entre ellos, poco podría hacer éste más allá de abrirle las puertas con el gobierno de Felipe González", sostiene Manuel Mira. Capítulo aparte fue el protagonizado con el exmandatario del Consell Eduardo Zaplana , quien quería controlarlo todo y Juan Roig no se dejaba controlar, por lo que la relación fue "difícil y tensa".

Para mantenerlo a raya Zaplana advirtió al exconseller Diego Such que le diese las licencias de aperturas de nuevas tiendas con "cuentagotas". Lo que pretendía Zaplana, según este libro, era bloquear el ritmo de crecimiento de Mercadona. "No sólo consiguió eso, sino también que la Comunitat Valenciana fuese una de las regiones donde más operadores nacionales y extranjeros [del sector de la distribución comercial] entraron" durante aquella época. Sea como fuere, en un reencuentro entre Juan y Fernando Roig con Zaplana en Johannesburgo, sede de la Mundial de Fútbol de 2010, las relaciones entre ambos se normalizaron.

Respecto a otros dirigentes políticos, este relato biográfico del presidente de Mercadona destaca la "irritación" que le producía el expresidente del Ejecutivo autonómico Francisco Camps, la "indiferencia" de Alberto Fabra, el temor de Rodríguez-Zapatero o la "distancia" a la que prefiere mantenerlo Mariano Rajoy.