La dirección y el comité de empresa de Ford Almussafes entran en la recta final en la negociación del convenio colectivo que se aplicará a la plantilla de la compañía entre 2014 y 2018. La multinacional, que ayer tuvo otra reunión con los representantes de los trabajadores, asegura que tiene previsto recuperar el tercer turno laboral en la planta valenciana de automóviles cuando aumente la producción (lo que podría generar alrededor de un millar de nuevos empleos, según los sindicatos) y se compromete también a mejorar los salarios a partir de 2014 tras un año de congelación en las retribuciones.

Ford España comenzará a producir a partir de junio la nueva furgoneta comercial Transit Connect, que se sumará así a los modelos C-Max y Kuga. El nuevo pacto con la plantilla también garantiza el compromiso de prejubilar a unos 800 trabajadores (a partir de 61 años) e incluir otros tantos contratos de relevo, aunque está por ver las condiciones retributivas de los nuevos trabajadores, a los que quiere aplicar otras escala salarial. La empresa plantea que sean un 30 % inferiores a los de la plantilla fija. También pretende congelar los quinquenios, así como introducir fórmulas de flexibilidad laboral para realizar jornadas de producción durante algunos sábados (en lugar de hacer horas extras) cuando los requiera la demanda del mercado.

Sensaciones positivas

Para el secretario general de UGT-Ford, Carlos Faubel, la última propuesta de la dirección de la firma del óvalo despierta "sensaciones positivas", si bien condiciona el posible preacuerdo a la confirmación de la puesta en marcha del tercer turno de trabajo, así como a las condiciones de estabilidad en el empleo o la renuncia de la empresa a imponer la jornada irregular en las plantas de producción. Según el dirigente de la central ugetista, "a partir de ahora se podrá avanzar y lograr un principio de acuerdo en breve".

Según el secretario general de CC OO-PV, Miquel Rosaleny, esta nueva fase de negociación iniciada ayer "dará sus frutos, ya que es la primera vez que la compañía se sienta a negociar en serio y toma nota de las reivindicaciones de los sindicatos". Rosaleny destacó que la jornada irregular "no es negociable" y urge un "compromiso por el empleo estable tras las prejubilaciones", agregó.

Menos optimista es Antonio Pérez Collado (de CGT-PV), quien lamenta que el acuerdo se prolongue hasta 2018, "lo que evita lograr mejoras cada año" y apueste por los recortes sociales.