El cambio en la presidencia de Adif -firma de infraestructuras ferroviarias controlada por el Gobierno central- ha trastocado los planes de gestión de varias de las terminales de mercancías que el gestor estatal mantiene en estaciones de carga y descarga de España. El nuevo presidente de Adif, el alicantino Gonzalo Ferre, quien sustituye en el cargo al exconseller de Economía Enrique Verdeguer, acaba de dejar en el aire la licitación del centro logístico ferroviario Zaragoza-Plaza, un recinto por cuya gestión privada compiten las autoridades portuarias de Valencia y de Barcelona, aliadas con diversos operadores del sector del transporte.

Según fuentes oficiales de Adif consultadas por Levante-EMV, "la licitación no ha sido resuelta ni existe un plazo definido para la adjudicación", aunque no se avino a explicar los motivos de la suspensión de la apertura de plicas económicas que tenía previsto realizar el gestor ferroviario a principios de año. Entonces incluía otras terminales de mercancías transportadas en tren como las de Badajoz, Murcia, Mérida y Granollers. La Autoridad Portuaria de Valencia respalda la oferta presentada por Noatum (antigua Dragado SPL, compañía concesionaria de la principal terminal de contenedores del recinto del Grao), junto con el operador valenciano de mercancías por ferrocarril Logitren y el de transporte por carretera Laumar Cargo.

Mientras tanto, la Autoridad Portuaria de Barcelona tiene como socios en este proyecto la multinacional Hutchinson, mientras que el grupo TCB -una de las principales firmas estibadoras del enclave catalán- también aspira a lograr la gestión del centro logístico ferroviario de la capital de Aragón. El importe mínimo de licitación, para un contrato con 10 años de vigencia, asciende a 5,2 millones de euros, según el pliego de condiciones inicial.

La oferta que el ente público Adif acaba de paralizar en la plataforma de Aragón frena los planes de los principales puertos de España para impulsar la cuota de mercado en el tránsito de mercancías por ferrocarril. PlaZa aglutina el recinto más grande del sur de Europa, con una superficie de 75.000 metros cuadrados .

Este "puerto seco" aragonés recibe de forma regular trenes completos de mercancías y sirve de apoyo a las factorías industriales del automóvil (sobre todo de General Motors), así como a las exportaciones que realiza el sector agrario. El centro de transporte zaragozano gestionó alrededor de 38.000 contenedores en el ejercicio de 2012 y su posición estratégica resulta clave para canalizar el comercio exterior del norte y oeste de España.

La APV, según reconoció su presidente, Rafael Aznar, aspira a gestionar la terminal logística Zaragoza-PlaZa porque de lo contrario, si cayera en manos del puerto de Barcelona, perdería gran parte del negocio de exportaciones e importaciones procedentes del noroeste de España. Este núcleo de atracción de mercancías instalado en la capital aragonesa alberga almacenes de grandes firmas exportadoras españolas, como Inditex.

El recinto dispone de cinco vías para el tratamiento de contenedores de 750 metros de longitud -que ya se trasladan desde la terminales de Valencia a través del operador Logitren-, así como otra instalación de seiscientos metros que puede utilizarse para mercancías convencionales.