El sector exportador se ha convertido, prácticamente, en el único de la Comunitat Valenciana capaz de cerrar las cuentas mes a mes con números negros. Febrero ha sido un fiel reflejo de ello. Las ventas en en el exterior crecieron un 7,3 % respecto al mismo mes del año anterior, empujadas, sobre todo, por las industrias agroalimentaria y de la automoción. En los dos primeros meses del año, las exportaciones de la Comunitat Valenciana crecían 7 puntos por encima de la media española -12,1 % frente al 5 %-, representando la décima parte de las ventas españolas en el exterior .

El sector agroalimentario valenciano continúa incrementando su pujanza y su peso en la Comunitat, con una facturación de 512 millones de euros en febrero, casi la tercera parte del total, gracias, sobre todo a los cítricos. Una bonanza que no se traduce en un incremento de las renta agraria de los productores debido a los bajos precios que se pagan, según denuncian desde las cooperativas agrarias. La alimentación ha facturado al exterior en los dos primeros meses de año 1.075 millones, más de la tercera parte de todo el año pasado -2.800-.

Por otro lado, el sector tradicional líder en las exportaciones valencianas, el de la automoción, empieza a recuperar la senda de crecimiento después de unos años duros, especialmente el último, que cerró con una caída del 30 % respecto a 2011. En febrero incrementó sus ventas al exterior un 26,9 %, con una facturación de 365 millones de euros, con lo que en los dos primeros meses del año acumula una subida del 51 %. Una línea ascendente iniciada con la producción en la factoría de Ford de Almussafes del modelo Kuga, al que este verano se sumará la Transit Conect y el próximo año la implantación del tercer turno de trabajo, además de la probable llegada a partir de 2015 del Mondeo, S-Max y Galaxy tras el cierre de la factoría belga de Genk. Una importante inyección de producción que disparará las exportaciones.

El sector químico, con 266 millones facturados en febrero se mantiene a duras penas, mientras que el cerámico, tanto en productos semifacturados como en los decorativos, mantiene una línea ascendente.

Este aumento exportador, junto al mínimo incremento de las importaciones -1,9 % entre enero y febrero- como consecuencia de la caída de la demanda interna, vuelve a dejar en positivo el saldo de la balanza comercial valenciana, que a finales de febrero se situaba en los 515,6 millones, cuando en el resto de España era negativo.

Un reciente estudio puso negro sobre blanco el peso del sector exportador valenciano, que concentra el 20 % de todas las firmas expañolas dedicadas a la venta en el exterior. El único nubarrón que aparece en el horizonte es la previsible contracción de la economía europea y la medida en la que podría afectar a la demanda, ya que el 70 % de las exportaciones de la Comunitat Valenciana se dirigen a este mercado.