Parques Reunidos no irá, en principio, solo al concurso para la privatización de la gestión de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Los socios valencianos en Parques Reunidos Valencia, actual gestora del Oceanogràfic, quieren repetir experiencia y mantener su presencia en una iniciativa que hasta la fecha las ha reportados beneficios no extremadamente elevados pero sí constantes desde que hace una década se cediese a un operador privado el acuario valenciano.

Las familias Ballester y Lladró son los dos accionistas locales que conserva Parques Reunidos en la concesionaria. En principio en la sociedad participaban también Inversiones Hemisferio (Grupo Planeta) y Bancaja, que se desprendieron de sus títulos en favor de la firma gestora de recintos de ocio. Parques Reunidos posee hoy el 75 % de su filial, frente al 12,5 % que tiene cada uno Agora Patrimonial, que encabeza Andrés Ballester, e Inmuebles Altia, mercantil de la que es administradora única María José Lladró Castelló, hija de José Lladró.

A todos les ha ido bien con el Oceanogràfic. Al contrario que otras aventuras empresariales más clásicas (Ballester tiene parte de su conglomerado empresarial en concurso de acreedores), Parques Reunidos Valencia es un sociedad que ha cerrado un ejercicio tras otro con beneficio neto y ha repartido dividendos. En 2011, último balance depositado en el Registro Mercantil, el resultado después de impuestos fue de 3,34 millones de euros. Entre los tres y cuatro millones de euros ha sido el beneficio medio de la empresa desde 2003. Habrá que ver si el nuevo pliego que hacer público la Generalitat permite mantener esos retornos. El contrato del Oceanogràfic contaba con ventajas importantes para el concesionario, que quedaba eximido de muchos gastos de personal o mantenimiento del recinto acuático y que eran asumidos por la sociedad pública Cacsa. Los flujos de cánones han sido hasta ahora positivos para Parques Reunidos Valencia. Está por ver si Cacsa endurece las condiciones económicas para garantizarse también tasas de retorno positivas.

Deloitte diseña los pliegos

El Consell de Alberto Fabra, quiere aprovechar la caducidad del contrato del Oceanogràfic para privatizar la gestión del Museo Príncipe Felipe, l'Hemisfèric el Ágora o l'Umbracle. El Palau de les Arts seguirá en manos de la Fundación Les Arts.

En principio Cacsa licitará los distintos elementos en un único pliego conjunto. La conselleria de Economía que dirige Máximo Buch ha dejado en manos de la consultora Deloitte el desarrollo de los pliegos y los borradores iniciales contemplan excluir los costes de mantenimiento, que seguirá asumiendo la sociedad pública.

También está previsto que puedan presentarse al concurso uniones temporales de empresas (UTE). Esta circunstancia ha llevado a otro de los aspirantes al contrato, Rain Forest, el gestor del Bioparc, a iniciar negociaciones con otro operador de referencia en la gestión de complejos lúdicos en Europa para fortalecer su oferta. Se trata de Aspro Ocio, con quien Rain Forest ya ha mantenido varias reuniones para explorar las posibilidades de optar conjuntamente al concurso.