Un nuevo acto se ha incorporado al grupo de compañías interesadas en hacerse con el contrato para la gestión de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. La concesionaria Aguas de Valencia está estudiando la posibilidad de presentar una oferta en alianza con un operador británico de recintos de ocio, según confirmaron fuentes de la empresa. AVSA cree que puede aportar su conocimiento del mercado local y el plus que supone que los aspirantes cuenten con un accionista valenciano de referencia en su capital social.

La decisión sobre si finalmente competirá por el contrato dependerá de las reglas que marque el pliego de condiciones del concurso, cuyo contenido aún no es público y que ayer recibió luz verde de la Comisión para el Seguimiento de los Procesos de Venta y Externalización de Activos y de Entidades del Sector Público Empresarial y Fundacional de la Generalitat (COVE). Este órgano, adscrito a Presidencia de la Generalitat, dio su conformidad a "las condiciones de los pliegos de prescripciones técnicas y condiciones jurídicas del contrato de gestión, mantenimiento, administración y explotación conjunta de los edificios e instalaciones de l'Hemisfèric, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, l'Umbracle, el Ágora, l'Oceanogràfic y las zonas comunes de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) de Valencia", según informó el Consell. De esta forma, el Ejecutivo confirmaba además que los gastos de mantenimiento estarán incluídos en el contrato y deberán correr a cargo del concesionario.

El interés de Aguas de Valencia se suma al que ya han expresado abiertamente Parques Reunidos, actual operador del Oceanogràfic y que concurrirá previsiblemente con sus socios valencianos en Parques Reunidos Valencia, el promotor Andrés Ballester y una parte de la familia Lladró. También la empresa que opera el Bioparc, Rain Forest Valencia quiere presentarse, a tiempo que en ámbito empresariales valencianos se especula con que un operador de capital americano también ha mostrado su interés y se rumorea que El Corte Inglés también está estudiando la posibilidad de competir.

Con todo habrá que esperar unos días para que se publique el pliego de condiciones elaborado por la consultora Deloitte. El documento debe pasar por el consejo de administración de Cacsa. La fecha límite es el 30 de septiembre, cuando expira la prórroga de la concesión que tiene Parques Reunidos para gestionar el Oceanogràfic.

El concurso podría estar resuelto antes de la primavera del año que viene. El grupo que se haga con el contrato se encontrará con una empresa que, al margen de los costes financieros derivados de su endeudamiento (que seguirá asumiendo Cacsa), es incapaz de presentar un resultado de explotación positivo. El año pasado, pese a reducir sus gastos de explotación de 40 a 16,7 millones aún tuvo un resultado de su negocio negativo de 16 millones de euros, según el informe anual recogido en la Cuenta General de la Generalitat que ayer hizo pública la Conselleria de Hacienda.

El informe destaca la disminución de 4,8 millones de euros de la venta de entradas, lo que supuso una reducción del 16 %.

En previsión de la privatización, Cacsa desalojó y finalizó el año pasado los arrendamientos de oficinas, almacenes y plazas de garaje.