Ribera Salud quiere salir al exterior. La concesionaria valenciana de hospitales ha recibido ofertas de empresas constructoras españoles para tratar de exportar su modelo de gestión privada de centros sanitarios de titularidad pública, principalmente con la vista puesta en Latinoamérica. La alianza firmada con OHL para presentarse a los concursos en el proceso de privatización sanitaria en la Comunidad de Madrid (ahora suspendido por la justicia) ya se planteó como una primera experiencia con la idea de explorar mercados internacionales. La constructora ha convertido su negocio exterior en su principal fuente de ingresos. Representa el 74,4 % de su cifra de negocio y el 92,2 % de su resultado de explotación.
OHL se ha adjudicado la construcción Hospital de Sidra de Catar, que está llamado a ser el mejor hospital del mundo con las más modernas tecnologías. Sin embargo es en Latinoamérica donde la constructora se ha consolidado en el sector de las grandes infraestructuras. De momento, OHL y Ribera Salud están estudiando opciones de proyectos conjuntos en Chile.
La presencia de grandes constructoras españolas en Latinoamérica está favoreciendo los contactos. El denominado «modelo Alzira» no deja de ser una alianza entre una constructora que se encarga de levantar el edificio hospitalario, Ribera Salud, responsable de la gestión del centro, y un operador asistencial. «Creemos que la extensión del modelo fuera de España es un hito importante en su historia. Es lógico porque después de 15 años de existencia se ha consolidado como un referente para el diseño de sistemas sanitarios de todo el mundo», afirman desde la concesionaria valenciana participada por Bankia y Sabadell.
El foco de interés de la empresa está ahora en países como Chile, Colombia, Perú, Brasil o Méjico, donde es incipiente el modelo de colaboración público-privada. Otros países como Portugal, Canadá, Italia, Reino Unido o Suecia ya lo han puesto en práctica, pero Ribera Salud no ha accedido a estos mercados.
La empresa cree que puede aprovechar el trabajo de consolidación territorial que ya han efectuado grandes constructoras españoles en Latinoamérica. «Ribera Salud puede actuar como un complemento en este modelo, como gestores de nuevas infraestructuras y como último eslabón en la gestión del proceso de construcción, equipamiento y gestión de hospitales», afirma. La apuesta es la alianza multisectorial entre grupos españoles para hacerse un hueco en esos nuevos mercados internacionales.
