El supuesto desvío de fondos a un paraíso fiscal del grupo hotelero que crearon junto a la CAM en el Caribe o la presunta ocultación de millones de euros en la venta de una conservera en Murcia no son las únicas irregularidades que los empresarios benidormenses Juan Ferri y José Baldó han acumulado a lo largo de su dilatada carrera. Los propietarios de Valfensal y del Grupo Mar Confort también impulsaron la construcción en Lanzarote de un complejo vacacional que incumple toda la normativa urbanística de la isla y que lleva ya más de un año en situación de ilegalidad después de que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias declarara firme la anulación de la última de las licencias que tenía en vigor el establecimiento.

Se trata del Sandos Papagayo, también conocido en la zona como Hotel Papagayo Arena, y que supone «todo un compendio de lo que se puede hacer mal» desde el punto de vista urbanístico, según el exconsejero de Territorio del Cabildo Insular de Lanzarote, Carlos Espino, quien también ejerce como acusador en la causa que se sigue contra el exalcalde de Yaiza José Francisco Reyes por la concesión de los permisos para éste y otros 16 hoteles que se encuentran en una situación similar en el municipio. Entre otras cosas y según un informe elaborado por el propio Cabildo, el hotel triplica la edificabilidad permitida por el plan parcial de la zona, supera en tres plantas la altura máxima autorizada por la normativa, ocupa el espacio que debía destinarse a un vial público.