Dentro del sector del metal valenciano hay una rama, la de la reparación de automóviles, que está empezando a despegar con una fuerza inusitada. La caída de las ventas de coches nuevos como consecuencia de la crisis económica ha provocado un paulatino envejecimiento del parque móvil, del que se ha dado cuenta en el último congreso nacional de la distribución del automóvil organizado por Faconauto. Las cifras no ofrecen contestación. En 2007, solo un tercio de los coches tenían más de diez años, pero de continuar la tendencia actual, los vehículos con más de una década supondrán el 65 % del total en España en 2017.
Este panorama ha supuesto un vuelco importante de una parte del negocio de los concesionarios oficiales, al que se ha sumado la liberalización de las revisiones y el mantenimiento. La mayor parte del negocio de las reparaciones de los vehículos más antiguos ha sido absorbida por pequeños talleres, que ofrecen tarifas más bajas y ajustadas a los coches de cierta antiguedad. Una demanda en aumento conforme gana en edad el parque móvil y que, según denuncian desde la patronal, está provocando un incremento de talleres clandestinos.
Otra parte fundamental de esta tarta se la están comiendo las cadenas de talleres, que ofrecen las revisiones periódicas de manteniemiento, reflejadas en libro, a precios muy inferiores a las de los de los concesionarios oficiales.
Estos últimos, en el congreso de Faconauto, reconocieron el error de haber dejado de lado la postventa y el vehículo usado en el momento de mayores ventas de coches nuevos. En la reunión se subrayó la necesidad de establecer una estrategia conjunta para hacer que el cliente vuelva al concesonario oficial una vez acabadas las revisiones que se realizan para no perder la garantía. Esta parte del pastel, según calcularon, podría incrementar un 50 % los ingresos de los establecimietos de marca.
