Con la celebración de la asamblea de Caixa Altea, las cajas rurales integradas en el Grupo Cooperativo Cajamar iniciaron ayer el proceso lo cierra hoy el resto de entidades la fase de aprobación del Banco de Crédito Social Cooperativo, que actuará como cabecera del grupo. La nueva entidad, cuya ficha bancaria debe autorizar el mes que viene el Banco de España, estará integrada por 32 rurales, es decir, más de la mitad de las sesenta que subsisten en España. La mayoría de control estará siempre en manos del grupo Cajamar, del que forman parte, además de la entidad con sede en Almería, 18 cooperativas, todas ellas con sede en la Comunitat Valenciana. El accionariado del banco estará integrado, además, por las seis fusionadas en Solventia, la rural de Castilla- La Mancha, la rural de Guissona y cinco cooperativas castellonenses que hasta la fecha eran totalmente independientes, entre ellas Vinaròs, Benicarló y Almassora.

El nuevo banco, que acaparará más del 50 % del volumen de negocio y de los activos del sector, asumirá la dirección estratégica del grupo y consolidará los balances de sus asociadas, mientras que estas últimas mantendrán su red comercial, sus órganos de gobierno y su identidad. El grupo confía en que se sumen nuevas entidades en el futuro.