Apenas seis meses ha durado el sueño empresarial de Ignacio Tello. El que pretendía ser el «Ikea valenciano» cerró ayer sus puertas al público como consecuencia de los malos resultados económicos acumulados, unas ventas muy por debajo de sus expectativas y la necesidad de reorientar de forma profunda su negocio para garantizar su continuidad. El nuevo equipo directivo, liderado Miguel Sanjosé, ha optado por aplicar un tratamiento radical a la enfermedad de esta gran superficie del hábitat de capital valenciano. La tienda ubicada en uno de los pabellones de Feria Valencia echará la persiana durante varios meses, introducirá cambios importantes en su modelo de negocio y en el propio establecimiento y prevé reabrir en el primer trimestre de 2014, según comunicó ayer la empresa. «Hemos diseñado un plan de negocio mucho más agresivo en política de precios y ajustado a la situación del mercado actual», afirmaba la nota oficial.

El cierre se ha hecho coincidir con la finalización de gran parte de los contratos temporales, la mayoría de entre tres y seis meses. De una plantilla cercana a los 200 empleados apenas quedarán en la empresa una veintena, que serán los encargados de poner en marcha la nueva tienda. El resto no renovará. Tras conocer la noticia se generó mucho malestar entre los empleados y algunos incluso se concentraron ayer a las puertas de Teyoland para protestar.

La empresa anunció ayer que su intención es mantener «el mayor número de puestos de trabajo». No obstante, el nuevo consejero delegado, Miguel Ángeles Sanjosé, aseguró a Levante-EMV que la mercantil no pretende generar falsas expectativas. De momento se ha configurado un comité de dirección de 25 personas para relanzar la tienda. Para la reapertura se harán cincuenta o sesenta contratos nuevos. «Creemos que unas cien personas pueden trabajar en la nueva tienda», manifestó.

Sanjosé, que procede del sector inmobiliario a través del grupo promotor Daemi, aseguró que los accionistas de Teyoland se habían planteado el cierre definitivo hasta que puso su propuesta de continuidad y renovación encima de la mesa. El nuevo Teyoland tendrá una sección de bricolaje más reducida y más asequible en precios, mantendrá la esencia del expositor de mueble de cocina y baño y apostará por una sección de menaje con tarifas más bajas. El precio bajo será la enseña del nuevo proyecto. «Es lo que está haciendo todo el mundo y lo que tenemos que hacer», explicó Sanjosé, quien admitió que esto implicará recurrir a más productos de importación y a rebajar la dependencia del «hecho en España». La nota oficial emitida ayer por Teyoland señala que la nueva dirección está haciendo hincapié «en un cambio total de su política comercial».

Sanjosé insistió en que Teyoland seguirá contando con los proveedores valencianos de mueble y que «también los importadores son valencianos». La empresa aseguró que hay «gran acogida» por parte de los proveedores en el proyecto para relanzar la tienda, aunque no hay información sobre el nivel de deuda que Teyoland mantiene con sus suministradores. Sobre los recursos económicos necesarios para relanzar Teyoland Sanjosé aseguró que no es él el que ha realizado una aportación económica a través de un préstamo sino «los socios». Otras fuentes sostienen que ha sido el nuevo consejero delegado el que ha logrado aportar los fondos necesarios para mantener la continuidad de la empresa. Sanjosé se ha garantizado un período de permanencia en Teyoland superior al que los accionistas han dado a Tello para tratar de reflotar la empresa.