Un año después de que la Comisión Europea aprobará, el 28 de noviembre de 2012, el plan de reestructuración de Bankia, a cambio del cual la entidad cofundada por Bancaja recibió 17.959 millones de euros, el banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri ha cumplido ya una parte sustancial de las medidas de ajuste contenidas en aquel programa. Las más significativas atañen a la red, el personal y las participaciones, si bien el negocio ha prosperado pese a las enormes dificultades que conlleva una economía en recesión y con el paro desbocado. Un año y medio después de la intervención del banco en mayo de 2012, la situación del mismo ha cambiado radicalmente, hasta el punto de que el ministro de Economía, Luis de Guindos, desveló el pasado día 21 que el Gobierno ya ha recibido muestras de interés por parte de los inversores sobre el 70 % que posee el Estado en Bankia, si bien descartó un plan inminente para iniciar la venta de esta participación.

Bruselas exigió a Bankia que aplicara, entre 2013 y 2015, un severo recorte de estructura interna que pasaba por el cierre de un 39 % de sus oficinas, en concreto, 1.117 de las 3.117 con que contaba en aquel entonces. En estos momentos, la entidad ya ha cerrado el 81 % de estas sucursales, incluidas las 177 correspondientes a la Comunitat Valenciana. En consecuencia, solo le quedan por clausurar 212 establecimientos. En cuanto a la reducción de personal, el porcentaje en este caso se sitúa en el 66 %. La Comisión Europea le obligó a despedir a 6.000 trabajadores, es decir, un 28 % de los 20.589 que tenía antes de la reestructuración, y a 30 de octubre de 2013, cuando faltan dos años y dos meses para el fin del período de aplicación del plan, ya han salido de la compañía 4.000 empleados.

Bankia también ha acelerado de forma considerable la venta de su participaciones empresariales, una medida para la que Bruselas le dio de plazo cuatro años. La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri desde mayo de 2012, cuando fue nombrado tras la dimisión de su antecesor, Rodrigo Rato, se ha desprendido ya del 14,99 % que tenía en la aseguradora Mapfre, del 12,1 % de la matriz de Iberia -IAG- y del 100 % del National City Bank of Florida. Esas ventas, junto con la de Inversis a Banca March, de la participación en Indra a la SEPI y la de otros paquetes menores en empresas cotizadas (Abertis, FCC, Sacyr...) en Bolsa, le han reportado unas plusvalías totales de unos 600 millones. Con la puesta ya en venta de los paquetes en Realia, Deoleo y NH Hoteles, solo le queda como gran inversión de la que debe desprenderse el 5,13 % de Iberdrola.

En cuanto al negocio, Bankia supera ya el 11 % en el ratio de solvencia, después de haber generado en los tres primeros trimestres del año casi 150 puntos básicos de capital. Hasta septiembre, la entidad registró unos beneficios de 648 millones, con lo que está en vías de superar los 800 que se marcó como objetivo para todo el año. Por contra, la morosidad ha aumentado en seis décimas, del 13 % al 13,6 %, fundamentalmente por "la mayor caída del crédito, dado que el volumen de morosos lo hemos bajado en 800 millones", apuntan en el banco. Los depósitos, por su parte, han registrado un "descenso mínimo", sobre todo por el cierre de oficinas, mientras que el crédito ha bajado por los préstamos que han vencido, si bien la entidad, en diez meses, ha dado 11.200 millones en crédito nuevo -1.640 de ellos en la Comunitat Valenciana-, cuando el objetivo para todo el año era de 10.000 y de 51.000 hasta 2015.