¿Ha tocado fondo el mercado de la vivienda? Todavía es pronto para extraer conclusiones, pero el Instituto Nacional de Estadística lanzó ayer un dato que puede ser indicativo de, al menos, un importante ralentización en el descenso de los valores del parque inmobiliario en España, en general, y en la Comunitat Valenciana, en particular. Los precios de la vivienda repuntaron un 1,8 % en la autonomía durante el tercer trimestre del año (meses del verano) con respecto al trimestre anterior, una subida que fue más moderada en el conjunto del territorio nacional, del 0,7 %.

Los valores siguen mostrando cifras negativos en el acumulado del año (-4 %) y en términos interanuales (-6,1 %), aunque es evidente que las caídas son mucho menos duras que en períodos anteriores. Se trata del primer repunte trimestral desde el segundo trimestre de 2010, cuando también la economía del país había presentado síntomas de recuperación hasta que la crisis de la deuda y los recortes masivos frenaron la tendencia y provocaron una segunda recesión.

Vicente Beltrán, vicepresidente y portavoz del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de la provincia de Valencia (API), cree que es pronto todavía para hablar de reactivación del sector y prefiere emplear el término «estabilización». Según afirma, las secuencias estadísticas del mercado español y valenciano son similares a las que aparecieron hace más de un año en Estados Unidos. Durante varios meses, los datos indicaban tendencias contradictorias, un mes subían los precios y otro bajaban; un mes aumentaban las operaciones de compraventa y otro descendían.

Para Beltrán, lo que está ocurriendo y así lo reflejan los datos del INE, no es que estén entrando pisos de mayor precio en el mercado o que los vendedores estén elevando sus ofertas, sino que el comprador está aflojando la cuerda en las negociaciones. Es decir, se conforma con descuentos menos agresivos sobre el precio de salida. Este repercute en los valores que se escrituran y que recogen los registradores de la propiedad, que son la fuente principal del Instituto Nacional de Estadística. Los API sostienen que en virtud de estos datos los precios de la vivienda han sufrido ya un importante desplome desde el inicio de la crisis que bascula entre el 30 % y el 50 % dependiendo de zonas y calidades. «Ahora hay pisos en Valencia por menos de lo que vale un coche y eso era impensable hace unos años», añade Beltrán. Lo lógico es que ahora los valores no suban, pero que tampoco se hundan mucha más, es decir que se estabilicen con grandes diferencias en función del producto que se comercializa. Hay que tener en cuenta que la demanda sigue siendo débil, pues aún no se ha producido un mejora en la economía real.

Un ejemplo de que algunas cosas pueden estar cambiando es el de Solvia, la inmobiliaria del Banco de Sabadell. En los nueves primeros meses del año Solvia ha registrado subidas de precios en 16 de las promociones que tiene en venta. En una de ellas Torre del Oboe en Benidorm, las subidas han sido del 21 % sobre el precio inicial. La inmobiliaria del banco que preside Josep Oliu realizan el 10 % de sus ventas mediante el procedimiento de subastas. Los incrementos medios en este tipo de operaciones han sido del 18 %, muy lejados de las medias registradas en general en España y en la Comunitat Valenciana. «Es en las zonas de costa donde más activación de compraventa existe. Los precios han tocado fondo y ahora se constata el cambio», afirman desde el Sabadell.

No comparten este opinión los inspectores de la troika (Comisión Europea, BCE y FMI) que ayer publicaron sus últimos análisis sobre el rescate de la banca española. El informe sostiene que en los próximos meses habrá una «caída adicional de los precios de la vivienda, ya que el ajuste en el mercado inmobiliario se ha ralentizado pero todavía no se ha completado».