El vicepresidente de la patronal hotelera Hosbec y desde el año pasado de la Confederación Española de Alojamientos Turísticos (Cehat), sostiene en esta entrevista que la Costa Blanca es una de las zonas turísticas que mejor ha afrontado la grave recesión económica, ganando turismo internacional y manteniendo buenas tasas de ocupación nacional. Y todo sin un euro de ayuda de la Administración, que no apoya económicamente al sector desde finales de 2012 por el dicho ajuste.

¿Cómo terminó 2013?

Muy bien. Ha sido un año mucho mejor de lo esperado. La coyuntura nos ha sido favorable. La inestabilidad del Mediterráneo oriental nos ha permitido crecer en los mercados internacionales y, además, se ha demostrado que la Costa Blanca es muy competitiva en España, gracias a la gran relación entre la calidad y el precio hemos sido capaces de ganar cuota de mercado en España frente a otros destinos.

¿Qué le pediría a la administración en el nuevo año?

Sorprende ver que falte dinero para servicios sociales como la educación y la sanidad y, mientras tanto, la Comunitat Valenciana sea la líder nacional en economía sumergida turística, según el anuario de La Caixa. Con el dinero que se deja de recaudar se podrían evitar muchos recortes sociales que se han hecho y que se realizarán. Atajar la oferta ilegal que supera los cientos de miles de residencias y evitar el fraude fiscal en el turismo debe ser la máxima prioridad de la administración en nuestro sector. Se pierden cientos de millones de euros, quizás miles. Es algo realmente injusto y todos sabemos que donde, no hay justicia, hay pobreza.

¿En su cóctel de Navidad, los hoteleros de Alicante reclamaron la conveniencia de crear un lobby empresarial alicantino para aumentar la presión en Madrid? ¿Le parece conveniente?

Es evidente que la Comunitat Valenciana está mal financiada. Este es un gran problema que tenemos todos y por tanto es responsabilidad de todos exigir a Madrid el mismo dinero por habitante para nuestra comunidad que el que reciben otras autonomías. Los empresarios al igual que otros agentes sociales deben ser muy activos en estas reivindicaciones y la creación de un lobby en alicante, podría ser una buena iniciativa. Además, creo que es muy necesario tener una voz verdaderamente independiente en el sector empresarial, que reclame al Consell las infraestructuras necesarias para el bienestar y el empleo de los alicantinos. Sí, un lobby alicantino podría ser una buena solución a todos estos problemas.

¿Cuáles son las asignaturas pendientes?

Se debe invertir decididamente en el sector con mejor presente y futuro de nuestra comunidad. En la actividad en la que mejor se pueden colocar las miles de personas que lamentablemente se encuentran en el paro. Actualmente la inversión pública en el turismo es ínfima. Si comparamos el presupuesto de la Generalitat, que para 2014 asciende a 17.088 millones de euros, con los 24,5 millones que llevaba pagados en turismo hasta octubre del 2013 vemos que no llegamos ni al 1,5 por mil del presupuesto. Luego, por ejemplo, falta dinero para atraer al turismo ruso, que en Cataluña ha sido capaz de generar un nivel de riqueza inimaginable. Un mercado que es capaz de mover el comercio, los taxis, los restaurantes, los alojamientos con un gasto tres veces superior al de un turista normal. Exigimos para el turismo al menos el 0,7% del presupuesto de la Generalitat. Con este dinero podríamos devolver por diez, vía impuestos, cada euro invertido en el sector y tendríamos más empleo y bienestar.

¿Sobran plazas hoteleras a tenor de los desequilibrios que se producen en la ocupación según los municipios?

Siempre he sido contrario a restringir la competencia. La moratoria de Baleares ha demostrado que para lo único que ha servido es para proteger los beneficios empresariales y para que con esos beneficios muchos empresarios inviertan fuera de España. Ahora bien, la regulación de Canarias no tan restrictiva en la creación de plazas si que sería una buena guía para nuestra comunidad, ya que permite conjugar la competencia con unos niveles de rentabilidad que aseguran la renovación de la planta hotelera. Esa renovación hace que a largo plazo el destino sea más competitivo y sostenible en términos sociales y económicos. En cualquier caso, la segmentación y diferenciación de la oferta son estrategias empresariales que pueden hacer que de las plazas actuales no sobre ninguna si las sabemos aplicar bien.