Solo 17 de cada 100 residentes menores de 25 años de la Comunitat Valenciana cuentan con un puesto de trabajo. Así lo atestigua la última Encuesta de Población Activa (EPA), que confirma que la tasa de empleo juvenil bajó cinco puntos durante 2013 hasta situarse en un índice del 17,23 %.

Los datos configuran una realidad dura para un colectivo históricamente castigado por la lacra del desempleo, que ha visto como la gran mayoría de sus oportunidades laborales han sido cercenadas por la crisis.

«La gente joven no encuentra trabajo y los pocos que lo consiguen son universitarios, que normalmente se ven obligados a desempeñar una tarea profesional que no es acorde con su formación». Así analizó ayer la situación Elvira Ródenas, secretaria de Empleo y Formación de UGT-PV.

Ródenas atendió a Levante-EMV y explicó que «no debemos olvidar que la EPA es una encuesta que no tiene en cuenta a la economía sumergida. La situación es mucho peor de lo que dicen los datos. Yo tengo mucho contacto con asociaciones de jóvenes y la sensación es que no hay trabajo, que muchos se van fuera. Y que los que se quedan aceptan ocupaciones por debajo de sus aptitudes personales».

El sector servicios „que ganó 42.000 trabajadores en 2013„ concentra la mayor parte de las pocas ofertas destinadas a los jóvenes. La portavoz de UGT apuntó que «también hemos constatado la presencia de este fenómeno en las convocatorias que abren las administraciones. Hay casos de plazas temporales para auxiliar administrativo que son cubiertas por licenciados. No sólo las empresas aprovechan las condiciones del mercado de trabajo».

Los datos le dan la razón. Los empleadores „ya sean privados o públicos„ no dudan a la hora de contratar a los candidatos mejor preparados: Los universitarios de la C. Valenciana firmaron 13.300 contratos en 2013, convirtiéndose en el colectivo donde se generó mayor empleo. Al contrario, el número de ocupados que solamente acreditan haber pasado la primera etapa de Secundaria perdió más de 20.000 asalariados.