El Gobierno valenciano aprobó ayer una reducción media del 17,1 % de las tarifas de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en la Comunitat Valenciana, que entrará en vigor el próximo 1 de abril y supone la primera rebaja que se realiza desde 1997, cuando este servicio fue privatizado en la etapa de Eduardo Zaplana al frente de la Generalitat.

El conseller de Economía e Industria, Máximo Buch, hizo ayer el anuncio en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell. Las tarifas, hasta ahora las más caras de España, permanecían congeladas desde 2010 como consecuencia de la crisis económica. «La Comunitat Valenciana ya no es la más cara», sacó pecho el conseller.

Buch explicó que varias concesionarias iniciaron un litigio contra la congelación con intención de actualizarlas con la inflación, pero ese proceso se saldó con una sentencia favorable al Consell en la que el juez «no sólo daba la razón en cuanto a que se podían congelar, sino que permitía que se considerase una reducción siempre que se cumpliesen las condiciones del pliego». Por este motivo, a finales del pasado año se realizó un estudio técnico sobre los costes que soportan las concesionarias y el aumento del parque de vehículos y, en base a sus resultados, a una cláusula del pliego de condiciones particulares y a la «importancia para los ciudadanos de ajustar costes en entorno desfavorable».

Como cada año, el Ejecutivo tenía que revisar su aplicación y ha optado por bajarlas. Los propietarios de vehículos ahorrarán entre siete y diez euros.

Según indicó Buch, los estudios técnicos realizados han constatado que actualmente existe un desequilibro económico a favor de las concesionarias, que permite bajar en las tarifas aplicables a los usuarios, debido al aumento del número de vehículos susceptibles de inspección técnica por encima de las previsiones, la amortización de las inversiones realizadas y las mejoras tecnológicas y regulatorias que se han incorporado y han permitido reducir costes.

Preguntado por el impacto que tendrá esa rebaja para las empresas que prestan el servicio, apuntó que «evidentemente se reducirá el margen de las concesionarias pero sigue siendo un margen positivo, suficiente y que respeta las condiciones que marca el pliego y las posibilidades que da de ajustar en función de la evolución», al haber aumentado el número de vehículo. El conseller también descartó que los concesionarios traten de mantener márgenes reduciendo plantillas: «los mismos vehículos tendrán que pasar las mismas revisiones, no se ha cambiado el contenido de la revisión, se ha cambiado el precio».

Los siete concesionarios no expresaron ayer su opinión sobre la decisión del Consell. El vicepresidente José Císcar no descartó rebajar tarifas de otras concesiones públicas en estudio.