Las principales organizaciones profesionales agrarias españolas (Asaja, Coag, La Unión y UPA) y diferentes cooperativas de frutas y hortalizas expresaron ayer su preocupación por el veto de Rusia a las importaciones de productos alimenticios procedentes de la Unión Europea, que ya está provocando la cancelación de envíos de frutas de verano (sobre todo nectarinas, melocotones y paraguayas) y causa una caída de precios en las exportaciones de hasta el 50 % en algunos cultivos respecto al inicio de esta temporada, según fuentes de la federación de productores Fepex.
España es el tercer exportador de la UE de frutas y hortalizas a Rusia con un valor de algo más de 300 millones de euros en 2013 y la Comunitat Valenciana exporta por valor de 151 millones de euros, una cantidad que podría perderse si Moscú mantiene la prohibición de importaciones de la UE durante un año. Los productores y comercios más perjudicados en la actualidad son los situados en el norte de España, sobre todo de Cataluña y Aragón. Mientras tanto, el sector de la Comunitat Valenciana, en el corto plazo, notará menos el veto ruso porque ya ha concluido prácticamente la fase de recolección de la fruta de verano
Cooperativas valencianas
En declaraciones a Levante-EMV, el presidente de la Confederación de Cooperativas Agrarias de España, Cirilo Arnandis, indicó que la situación es «preocupante», pues el mercado ruso se estaba consolidando como un «nicho emergente para las exportaciones de productos hortofrutícolas, incluidos los cítricos. Si no estamos nosotros estarán otros», puntualizó.
Cooperativas Agro-Alimentarias se reunió ayer con la Comisión Europa ante la «grave situación» para el sector. La asociación ha trasladado su preocupación por el embargo ruso para el sector y además ha transmitido la grave situación que se puede producir si no se actúa de manera rápida para que productos que empiezan su campaña pronto como los cítricos y las hortalizas.
El sector del mueble, tocado
Mientras tanto, otros sectores con importantes negocios en Rusia y Ucrania, como el del mueble, también han puesto el grito en el cielo. El presidente de la asociación de ámbito nacional Federhabitat, el valenciano José Blasco, afirmó que la inestabilidad política en esa zona ya está frenando la exportación de muebles clásicos. En los que va de año, el valor de estos bienes españoles enviados a Rusia se eleva a 18 millones de euros, según el ICEX. Pero Federhabitat teme que la segunda parte del año sea peor que la de ejercicios anteriores. En opinión de Blasco, «el mercado ruso está tocado». A esa región llegan productos de firmas valencianas como Moblesa, Muebles Picó, Canella, Soher y Genoveva, entre otras. «Nos tememos un impacto sobre el conjunto de sectores tras el veto a los productos alimentarios que ha impuesto Rusia», apuntó Blasco.
