La Fiscalía pidió ayer al comenzar el juicio que 43 acusados de estafar a una empresa agrícola de Mirar (la Safor) con peonadas falsas sean condenados a penas que suman noventa años de cárcel. Los procesados supuestamente cobraron 600.000 euros por jornadas de trabajo falsas. Además, la firma abonó a la Seguridad Social más de 300.000 euros por la cobertura de los trabajadores. El engaño supuestamente se cometió a través de dos «collas» de recolectores. El representante de la empresa, que operaba con más de medio centenar de collas, explicó ayer en el juicio que descubrieron el engaño cuando convocaron a todos los jornaleros a unas jornadas de formación y los acusados no se presentaron. Cada «colla» podía estar integrada por hasta 19 personas. La fiscal del caso, según precisó el abogado de la acusación particular Manuel Mata, decidió antes de comenzar el juicio aplicar una rebaja de sus peticiones de pena a los imputados por las dilaciones indebidas que ha sufrido el proceso.
El juicio es contra 43 procesados, aunque ayer solo se presentaron en la vista 34. La Fiscalía pide que los principales acusados cumplan sendas condenas de tres años y cinco meses de prisión y el resto sendas penas de dos años de cárcel. Los hechos se iniciaron durante la temporada 2002/2003. Los tres principales acusados son el jefe de campo, la empresaria responsable de los cítricos recolectados y su marido (capataz de una «colla»). Durante cuatro temporadas, los tres principales acusados se encargaban del cobro del salario de los recolectores y supuestamente elaboraron listas ficticias de modo que todos recibían pagos por trabajos no realizados. Los otros 40 acusados son los jornaleros, casi todos de nacionalidad búlgara, y están imputados como cooperadores de los delitos de falsedad y estafa.
El fraude supuestamente se cometió a través de las «collas» 21 y 22 de la empresa durante las temporadas de recolección de fruta (sobre todo naranja y limón) que abarcan los meses de octubre a junio. Los procesados, siempre según las acusaciones, lograron engañar a la empresa porque hacían constar que esos dos equipos recogían fruta que realmente habían recolectado las otras collas. El perjuicio para la empresa agrícola está cifrado en 948.008 euros.
