El veto de Rusia a las exportaciones de productos alimentarios de la Unión Europea (UE), que comenzó el pasado verano a raíz de las tensiones geopolíticas en Ucrania, está teniendo ya una consecuencia directa sobre los cítricos de la Comunitat Valenciana en esta primera fase de la campaña 2014/2015. El sector de agrios ha decidido retirar del mercado un total de 8.386 toneladas (14.841 en toda España) hasta el pasado 13 de noviembre, una medida que Bruselas acepta con «carácter temporal» para compensar a las explotaciones agrarias, que evitan así un hundimiento de los precios por el excedente de producción. En total, percibirán alrededor de 1,5 millones de euros procedentes de las arcas de la UE.

Las subvenciones que se cobran a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) apenas cubrirán los costes de explotación de los cítricos, pues tan sólo garantizan 0,19 céntimos de euros por kilogramo de satsumas, 0,21 euros en el caso de las naranjas y 0,22 euros, para las clementinas. España tiene asignado un cupo de 58.600 toneladas para dejar de comercializar y destinar „de forma gratuita„ a entidades benéficas, con lo que la fruta retirada del mercado ya supone una cuarta parte de la autorizada.

Según el conseller de Agricultura, José Císcar, «no se ha hecho un uso masivo de las ayudas previstas, lo que significa que las medidas están siendo eficaces para evitar la caída de precios», aseguró ayer con motivo de la presentación de la campaña Quin comboi de promoción del consumo de frutas de temporada. Con esta iniciativa, el Consell „cuyo presidente Alberto Fabra, se reunió ayer con organizaciones del sector„ quiere mejorar el consumo de caquis, granadas y cítricos tras el veto ruso y ha dotado esta iniciativa pública con 500.000 euros.

Tampoco arrancó con buen pie la exportación de agrios a terceros países (es decir, de fuera de la Unión Europea),pues en lo que va de campaña el total de mandarinas españolas exportadas se elevan a 18.011 toneladas, que supone una caída del 20 % en comparación el mismo período de tiempo del año anterior. En ese desplome tiene mucho que ver el hundimiento de los envíos a Estados Unidos, ya que han disminuido un 55 % al reducirse a 4.616 toneladas hasta la primera semana de noviembre. El retraso en la campaña por falta de maduración de algunas variedades y la competencia de otros países productores es una de la causas del recorte de las exportaciones durante esta primera fase de la temporada.