La multinacional de fabricación de componentes del automóvil Kamax „cuya planta de Museros emplea a 240 personas„ ha vuelto a lanzar el fantasma de la deslocalización con motivo de las negociaciones del nuevo acuerdo de competitividad que quiere alcanzar con los sindicatos Comisiones Obreras y Grupo de Trabajadores antes de finalizar el próximo mes de febrero de 2015. La dirección de la compañía líder en la producción de tornillos quiere reducir los costes laborales en su centro valenciano «ante el riesgo inherente de traslado de su producción a otras plantas del grupo, especialmente a Chequia».
Kamax, con cuartel general en Alemania, posee seis fábricas en Europa, tres en Asia y dos en Estados Unidos. Desde 2014 negocia un pacto con los sindicatos de su factoría de l'horta Nord que incluye una escala salarial doble para ahorrar costes con las nuevas incorporaciones de trabajadores. Según la dirección de la compañía industrial, los gastos de personal de la planta valenciana suponen un 20 % sobre las ventas frente al 13 % de la checa, por lo que Kamax quiere conseguir equiparar salarios en ambos centros. Eso supondría reducir en siete puntos porcentuales las nóminas de las nuevas incorporaciones. La dirección de la empresa sostiene que «respetará las condiciones laborales y salariales» de la actual plantilla.
En 2010 también amenazó con trasladar su producción al citado país del Este de Europa. Entonces consiguió un pacto de flexibilidad y productividad, que tuvo como contrapartida una inversión de 10 millones de euros en la factoría valenciana. Este plan permitió elevar ventas y mejorar su calidad respecto a otras plantas del grupo industrial.
El gerente y director financiero de Kamax España, Juan Carlos Mena, considera que «el retraso en esta negociación está provocando un trasvase paulatino de proyectos hacia Chequia por motivos de rentabilidad que perjudica nuestra viabilidad». Por eso nos urge contar con el respaldo de la central, ya que es decisivo para nuestro futuro como planta. «Un apoyo que sólo conseguiremos si logramos sellar este acuerdo antes del mes de febrero para flexibilizar las condiciones laborales de aquí a 2017», puntualiza. El acuerdo de competitividad en ciernes prevé que la reducción de los gastos de personal produzca un incremento de la asignación de nuevos proyectos de un 3 % anual, según el gerente de Operaciones, Manfred Weidner.
Beneficios en 2014
Fuentes sindicales de CC OO aseguraron ayer que la empresa pretende llevar a cabo «modificaciones de trabajo sustanciales», si bien la fábrica valenciana ha conseguido incrementar su facturación un 14 % durante 2014, ejercicio en el que ha logrado unos beneficios antes de impuestos de 4,8 millones de euros.
