Entre los años 2006 y 2007, antes de que la crisis económica estallara, entre las muchas fortunas españolas con dinero en el extranjero había casi medio centenar con DNI valenciano. En concreto, 48 personas tenían depositados 32 millones de euros en las dependencias que el banco británico HSBC posee en su delegación suiza, en Ginebra, según los datos a los que ha tenido acceso Levante-EMV a partir de la información que ha publicado El Confidencial.

Entre los valencianos inscritos en la lista que el informático Hervé Falciani sustrajo del banco en 2008 y entregó a las autoridades francesas y españolas, 38 de ellos son naturales de la provincia de Valencia, nueve de la de Alicante y sólo uno de ellos es de Castelló. Respecto a su profesión, se incluyen conocidos hoteleros, industriales y empresarios, notarios, dentistas, abogados, empleados del propio HSBC, el director de una cadena de restaurantes, una top-model y cuatro amas de casa, entre otros. Hay también un expolítico.

Destacan los lazos familiares y/o empresariales entre algunos de los clientes. De hecho, son habituales los casos en los que un matrimonio, un grupo de hermanos o incluso una familia entera está relacionada con una misma cuenta. Algunos de los nombres de la lista ya no tiene vinculación con la Comunitat Valenciana y otros no cuentan con relevancia pública.

Cabe recordar que en los documentos sustraídos por Falciani aparece el nombre de 100.000 clientes del HSBC. Un total de 2.694 son españoles, con más de 1.700 millones de euros acumulados. Al respecto, debe recalcarse que disponer de cuentas bancarias en el extranjero no implica delito fiscal alguno, siempre que se declaren a Hacienda.

Islas Vírgenes Británicas

No obstante, una decena de las cuentas con beneficiarios valencianos mantenía, por aquel entonces, una relación directa con paraísos fiscales, especialmente con sociedades domiciliadas en las Islas Vírgenes Británicas. Según la información desvelada por Falciani, el propio HSBC aconsejaba la creación de estas estructuras «off shore».

El objetivo de la constitución de sociedades pantalla fuera de las fronteras europeas era esquivar la tasa sobre las rentas del ahorro, más conocida como European Saving Directive (ESD). Este impuesto, introducido en 2005, tiene un carácter progresivo sobre los intereses de los depósitos de los ciudadanos de la UE radicados en otros países, también Suiza.