La inestabilidad generada en Túnez tras el atentado islamista perpetrado hace unas semanas hace que mejoren las perspectivas turísticas de la provincia Alicante de cara al verano, al darse la posibilidad de que se incremente el número de visitantes extranjeros. La sensación de inseguridad ante el miedo a que se produzcan ataques terroristas hará que los touroperadores opten con más frecuencia por la costa alicantina en sus circuitos de sol y playa, según apuntan desde la patronal hotelera de Benidorm y comarca, Hosbec. La capital turística de la Marina Baixa es el principal destino del mercado extranjero, especialmente del británico.

Desde Hosbec señalan que esta situación puede tener efectos sobre la Costa Blanca, y particularmente sobre Benidorm, «por la teoría de los vasos comunicantes», es decir, como una consecuencia indirecta de la percepción de inseguridad que pueda producirse. Así, comentan que es previsible que esta situación desvíe una parte del turismo de sol y playa que recibe Túnez a otros destinos, y que, en este sentido, la costa alicantina es una tercera opción alternativa. En este sentido, explican que las islas Canarias son habitualmente el principal foco de estos flujos fuera de la temporada estival, aunque en el verano destaca también el archipiélago balear. «Si esas zonas llenan sus plazas», explican desde Hosbec, el litoral de la provincia puede verse «beneficiado» por esta coyuntura.

La costa mediterránea africana se ha venido consolidando como destino de sol y playa para el mercado europeo, al ser comparativamente más barato que España. El proceso democrático iniciado en Túnez tras la llamada «primavera árabe» y la estabilidad que ello implicaba había supuesto un gran impulso para su industria turística, de la misma forma que, ahora, el atentado ocurrido el pasado 18 de marzo en el Museo del Bardo de la capital tunecina „en el que murieron más de 20 personas, dos de ellas españolas„ puede tener consecuencias muy graves para la economía de ese país. No deja de ser una triste paradoja el hecho de que esto pueda beneficiar, de manera indirecta, a la Costa Blanca, al producirse ese hipotético desvío de turistas. En cualquier, caso desde Hosbec hacen hincapié en que eso depende también de qué ocurra con la ocupación de las plazas de Canarias y Baleares, que obviamente suponen una competencia más directa con la costa alicantina.

Con todo, la patronal apunta que hay, al margen de lo que sucede en Túnez, diversas «variables favorables» en torno al mercado europeo en estos momentos. Entre ellas destacan el tipo de cambio de la libra esterlina, muy superior al euro, que permite a los británicos disponer de una mayor capacidad adquisitiva que en otras ocasiones. Desde Hosbec agregan, al respecto, que se trata de un mercado «con un consumo importante en destino» cuando la situación se lo permite, lo que hace que las perspectivas sean bastante optimistas ante este escenario.

La organización añade que, desde principios de año, se ha detectado un incremento del 7 % en la llegada de turistas británicos a Benidorm y zonas más próximas del litoral, y que también ha aumentado de manera significativa el número de belgas y holandeses, otras de las nacionalidades principales de los turistas extranjeros en la Marina Baixa. Hosbec también alude al crecimiento «interesante» del turismo francés, así como a una subida de los visitantes procedentes de Portugal, si bien matizan que este último mercado es más estacional.