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Balance

Castelló y Valencia lideran las provincias más vulnerables ante la crisis

El impacto de la recesión ha sido más intenso en la C. Valenciana por su modelo económico y el elevado endeudamiento - La Vall d'Uixó es la población española más perjudicada

La crisis y las políticas de austeridad que la han acompañado no han afectado por igual a todos los españoles. Su impacto «ha sido máximo en territorios cuyo crecimiento se basó en un elevado endeudamiento, especialización en actividades de baja productividad y fuertemente cíclicas como la construcción, las industrias auxiliares o los servicios al consumo, empleo precario y un modelo urbanizador insostenible». Lo dice el «Atlas de la crisis» y no hace falta mucha imaginación para descubrir a qué territorios se refiere el texto escrito por Ricardo Méndez, Luis Daniel Abad y Carlos Echaves, investigadores del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En efecto, el litoral mediterráneo y, de forma particular, la Comunitat Valenciana, adalid de ese modelo de crecimiento en los años de la bonanza.

El libro publicado por la editorial valenciana Tirant lo Blanch detalla que ocho de las diez provincias más damnificadas se encuentran en la costa oriental española. Castelló ocupa la primera posición en este triste escalafón, con Valencia en tercer lugar y Alicante en el sexto. Los territorios menos vulnerables fueron «aquellos con una economía más diversificada, que mantuvieron una industria renovada y cierta capacidad exportadora, base para localizar servicios empresariales que favorecen la innovación», es decir, el País Vasco y Navarra, además de las provincias que mostraron en los años previos a la crisis un menor dinamismo, «lo que atenuó luego los efectos del estallido de la burbuja inmobiliaria: Soria, Zamora, Badajoz, Ourense o Lugo». Según el Atlas, la castellonense La Vall d'Uixó ocupa lugar de privilegio entre las poblaciones de más de 20.000 euros que han resultado ser más vulnerables durante la recesión. En ese ránking, Benicarló se halla en el noveno lugar. Ninguna localidad de la Comunitat Valenciana figura entre las diez mejor paradas.

El documento revela algunos datos significativos. Por ejemplo, el crédito hipotecario que alimentó la burbuja se redujo en casi un 90 % entre 2006 y 2013, lo que provocó la parálisis de la construcción de viviendas. En Castelló, esta última bajó más de un 98 %. El paro en esa provincia «aumentó más de un 300 %, multiplicando en 6,5 veces el incremento en Ourense», debido a que la mayor destrucción de empleo se ha dado en los núcleos turísticos litorales. La crisis de la economía residencial «explica» que la reducción en el número de empresas haya sido superior al 20 % en todo el Mediterráneo, incluidas las tres provincias valencianas. Por último, el PIB por habitante registró retrocesos superiores al 20 % en Castelló y Toledo y llegó a más del 40 % en localidades como la alicantina Xàbia o las malagueñas Marbella y Fuengirola.

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