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El IVIA negocia privatizar la gestión de variedades citrícolas protegidas

El organismo prevé sacar rendimiento económico a las nuevas patentes de mandarinas tardías

El Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), en medio de la batalla comercial entre grandes operadores del sector privado por el control de las variedades citrícolas protegidas, también quiere sacar rendimiento económico al trabajo desarrollado por este organismo dependiente de la conselleria de Agricultura que experimenta y obtiene nuevas patentes de agrios y otros cultivos. El director del IVIA, Enrique Moltó, ya ha puesto sobre la mesa del consejo rector de este instituto público una novedosa propuesta para gestionar la explotación de las variedades que en brevé espera registrar: las mandarinas tardías denominadas «Alborea», «Coral» y «Tri-5».

El IVIA baraja dos modelos de gestión del nuevo material vegetal sostenido con los recursos que obtiene el ente con centro de investigación en Montcada. La entidad dependiente de la conselleria de Agricultura baraja la posibilidad de convocar un concurso público que garantice una publicidad adecuada de la cesión de este servicio del IVIA, tanto en la Comunitat Valenciana como en el resto de España.

Según los planes que maneja la dirección del centro autonómico de I+D podría participar en este proceso de privatización «cualquier entidad que produzca fruta exclusivamente en España o extranjera con producción de fruta en áreas que no interfieran con los intereses comerciales de España». El IVIA también deja claro que la «explotación comercial del material sería a cargo de la entidad» y, en tercer lugar, «sería obligatoria la explotación durante un determinado tiempo. De lo contrario, perdería todos sus derechos».

Hasta ahora, el modelo de explotación que ha seguido el IVIA con las nuevas variedades obtenidas y registradas „tal como ha ocurrido para las también mandarinas tardías «Neufina», «Safor» y «Garbí»„ ha sido el de «libre distribución» de este tipo de plantones. Con todo, los productores que compran estos cítricos en los viveros soportan un rotyalty de unos 2 euros por plantón, uno por los derechos de obtención y otro para sufragar los gastos de gestión en el control de lo cultivado en cada variedad. El sector ya cuenta con experiencias privadas en la gestión de patentes. Es el caso del Club de Variedades Vegetales Protegidas (CVVP), en manos de grandes productores naranjeros como Martinavarro o Cañamás, entre otros, que gestiona la Nadorcott, otras mandarina tardía y de gran éxito en el mercado.

Plan de reconversión varietal

Las tres nuevas mandarinas que el IVIA ya ha comenzado a presentar al sector citrícola para conocer su valoración constatan la voluntad de la conselleria de apostar por una mayor oferta para la segunda mitad de la campaña, es decir a partir de enero.

La disponibilidad de variedades con royalties asumibles para los agricultores impulsaría la sana competencia en el sector y aprovecharía también para avanzar en el deseado proceso de reconversión varietal en la Comunitat Valenciana, una autonomía donde existe un exceso de oferta de clementinas y variedades naranjeras como la navelina en sus tierras de cultivo.

A la vista de esta situación, la conselleria de Agricultura tiene previsto poner en marcha una programa de ayudas para la reconversión varietal en la Comunitat Valenciana „dotado con 10 millones de euros„ en el Programa de Desarrollo Rural (PDR) correspondiente a los años 2015-2020. El último plan de subvenciones que recibieron los productores valencianos para esta línea de reestructuración del campo se aprobó durante los años 2008-2013.

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