Corporación Dermoestética sigue atascada en su concurso de acreedores. La compañía ha sido desahuciada ya de tres locales que tenía alquilados para otras tantas clínicas en Madrid, Barcelona y Salamanca. Se trata de ubicaciones arrendadas a terceros y no la sociedad que controla José María Suescun, a su vez propietario de Dermoestética, que posee otros dieciséis locales que albergan clínicas.
Estos impago abundan en los problemas que está arrastrando la empresa. Los trabajadores acumulan ya cuatro nóminas impagas y no pueden marcharse porque la administración concursal evitó firmar el ERE de extinción con el acuerdo entre Suescun y los trabajadores por el que el dueño de Dermoestética desembolsaba 3,8 millones de euros de su bolsillo para pagar las indemnizaciones por despido. Los administradores concursales (Broseta Abogados) han preferido esperar a que sea al juez quien autorice ese pacto para evitar responsabilidades en caso de que reclame la Seguridad Social, que también figura como acreedor.
La propiedad de la empresa y los trabajadores tiene previsto elevar al juez mercantil que tramita el concurso un escrito reafirmándose en su acuerdo y señalando que los fondos que aporta Suescun no proceden de la actividad de la compañía valenciana de tratamientos de belleza.
