Tras ser reelegido por aclamación de la asamblea electoral como presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro expuso algunos de sus principales deberes para los próximos cuatro años y entre ellos citó como el primordial, de puertas afuera, el de «resolver, de una vez por todas, la infrafinanciación a la que está sometida nuestra comunidad» y reducir la deuda acumulada por los sucesivos déficits presupuestarios. Para conseguirlo, emplazó «a todas las organizaciones empresariales para que hagamos un único lobby ante esta humillación. Solo juntos seremos capaces de romper el maleficio que tradicionalmente nos asola y que en los diferentes ministerios es bien conocido: con los valencianos, divide y vencerás». El presidente de la CEV había iniciado su intervención afirmando que «2014 ha sido el año del inicio de la recuperación económica, pero no el del final de la crisis».
En el plano interno, además de propiciar «procesos de integración entre asociaciones», Navarro expuso la propuesta de la CEV de cara al rediseño de la autonómica Cierval. En primer lugar, quiere que su peso, actualmente el 41 % de la asamblea, se corresponda con lo que las empresas de la provincia de Valencia aportan al PIB autonómico. Luego precisó que este último dato está en el 53 % y añadió que esta aspiración no afecta al dinero que Cierval „2,5 millones este año„ recibirá por la ley de participación institucional, dado que la CEV quiere seguir reduciendo su dependencia del dinero público hasta dejarlo en el 40 % en 2019. Además, Navarro aboga por que las sectoriales autonómicas entren en la asamblea de Cierval sin tener que hacer aportaciones económicas suplementarias.
Presupuestos y junta directiva
Previamente a la electoral, se celebró la asamblea ordinaria, en la que se aprobaron las cuentas. El año pasado la CEV lo cerró con unas pérdidas de 17.138 euros, mientras que el presupuesto de 2015 asciende a 1,68 millones de euros, con un descenso del 40,38 % respecto de los 2,83 millones de 2014. La bajada procede de la caída de los ingresos por convenios públicos en un 48,66 %, hasta 940.391 euros, mientras que las cuotas de los asociados suben un 17,40 %, hasta 630.120 euros. Asimismo, la junta se renovó parcialmente. Dado el aumento de empresas directamente asociadas, este órgano de gobierno pasa de 45 a 60 vocales. Se incorporan 21 nuevos dirigentes, de los cuales siete son mujeres, con lo que la cuota femenina sube del 13 % al 20 %.
