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El mercado de locales comerciales mantiene el apetito inversor tras la reactivación de 2014

El centro de Valencia se sitúa entre las zonas de España con mayor demanda inversora después de Madrid y Barcelona

El mercado de locales comerciales mantiene el apetito inversor tras la reactivación de 2014 alejandro valls

La inversión en locales comerciales se mantendrá al alza en este ejercicio de 2015 y se trasladará además de las zonas «prime» en el centro de la ciudad de Valencia a calle adyacentes. Esa es la conclusión de los expertos en materia de mercado inmobiliario dentro del subsector conocido como «retail», aquel que hace referencia a los inmuebles destinados a actividades comerciales.

La ciudad de Valencia se situó el año pasado entre las capitales con mayor volumen de operaciones y demanda en las calles más exclusivas, principalmente el triángulo de oro de la Calle Colón, Plaza de la Reina, San Vicente, Plaza del Ayuntamiento, Xàtiva. Tras Madrid y Barcelona, las zonas céntricas de Valencia se equipararon a las de Sevilla y Bilbao. «El 80 % de las operaciones del año pasado se concentraron en Madrid y Barcelona, pero en ciudades como Valencia al haber sido 2014 un año tan bueno lo lógico es que en 2015 se busquen nuevos locales comerciales fuera de las áreas 'prime'», afirman fuentes de la consultora Aguirre Newman.

Esta firma publicó ayer el estudio Mercado Retail Locales Comerciales 2014 en el que se refleja una incremento generalizado en toda España de la inversión en este tipo de inmuebles. Se realizaron operaciones por valor de 1.330 millones de euros, 330 millones más que en 2013. La mayor parte de ellas llegaron de la mano de despachos familiares («family office»), que han encontrado en los inmuebles bien ubicados, con buenas rentas e inquilinos solventes una alternativa de inversión con riesgos moderados. Según Aguirre Newman, tras los family office se sitúan los fondos de inversión, muchos de ellos internacionales, que han encontrado en España, especialmente en Madrid y Barcelona, un buen destino para rentabilizar sus recursos financieros.

En Valencia, los inversores familiares han protagonizado también las principales operaciones, tanto en locales comerciales como en oficinas. La mayor parte de locales que cambiaron de manos el año pasado en la calle Colón o la calle Xàtiva pasaron de manos de un familia patrimonialista a otra, o fueron adquiridos por empresarios que gozan de liquidez y diversifican parte de su actividad la negocio de retail. El caso más claro ha sido de los Colonques (Porcelanosa), que compraron el local que albergaba al histórico Bar Líbano. Tras alcanzar un acuerdo con el antiguo inquilino, ahora es la marca de Aristocrazy, de Joyería Suárez, la que ocupará el espacio en Colón. También han sido adquiridos por inversores valencianos conocidos locales en la calle Xàtiva.

No obstante, una de las operaciones de mayor calado el año pasado no ha sido de un inmueble netamente comercial, sino mayoritariamente de oficinas. Se trata de la la compra del edificio de Telefónica en la Plaza del Ayuntamiento por parte del empresario proveedor de Mercadona, Francisco Martínez. El dueño de Embutidos Martínez habría desembolsado más de diez millones de euros. «Hay demanda inversora y mucho dinamismo en el mercado inversor y cualquier producto correcto se coloca con facilidad», dice el consultor inmobiliario Alain Tabernero, un especialista en la zona centro de Valencia.

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