Las estadísticas -ciencia, método o herramienta- han sido con frecuencia el oscuro objeto de deseo de quienes se sienten, directa o indirectamente, afectados por sus resultados y cada vez más, éstos las convierten en un arma arrojadiza utilizada según el interés que corresponda.

Así ha vuelto a ocurrir a raíz de la publicación de los datos de la balanza de pagos del Banco de España, según los cuales los inversores sacaron de España cerca de 19.400 millones de euros en marzo, frente a los 900 millones que inyectaron en el mismo mes de 2014 y a los 800 millones que sacaron un mes antes, algo que una parte interesada se apresuró a señalar que era el resultado de la irrupción de Podemos y el temor que dicho partido causaba a los inversores internacionales.

Aunque no existe razonamiento científico alguno que respalde dicha afirmación, más allá de que los mercados descuentan con cierto adelanto lo que va a suceder sobre una valor o un país, lo cierto es que en el acumulado del primer trimestre, los inversores han sacado de España 14.900 millones de euros, frente a los 14.500 millones de euros que sacaron en el mismo periodo de 2014 y que la posición deudora neta del Banco de España frente al exterior se amplió en marzo de 2015 hasta algo menos de 16.600 millones de euros.

En el desglose de los datos, los casi 19.357 millones que se sacaron en España en marzo se deben casi, exclusivamente, a los 21.903 millones de euros que salieron del país por inversiones de cartera y los 300 millones en otras inversiones como préstamos, operaciones con pacto de recompra y depósitos.

En el mismo mes, entraron en España 1.600 millones de euros en inversiones directas y otros 1.300 millones de euros en derivados financieros.

Sin restar importancia al monto total de salida neta de capitales del país, también calificada sin eufemismo alguna de “fuga”, y buscando una referencia en el año 2012, año álgido de la crisis bancaria española, ese ejercicio se cerró con una “huida” de 179.221 millones de euros, casi dos veces y media más que en 2011, aunque la salida neta de capitales en los ocho primeros meses del año llegó a alcanzar la nada desdeñable cifra de 247.172,7 millones de euros.

El ministro de Economía, De Guindos, decidía intervenir para aportar su valoración sobre los datos del Banco de España, al negar desde Sitges que se tratara "de una salida de capitales", sino que las cantidades había que enmarcarlas en las "dificultades de financiación en los mercados monetarios por parte de la banca española".

Algo de cierto hay en la afirmación del ministro cuando el BCE hacía público que los bancos españoles vendieron cerca de 12.000 millones de euros de deuda pública durante el mes de abril, apuntando los analistas que, dada la composición de las carteras de las entidades de crédito, era probable que la mayor parte de estas ventas se correspondiera con deuda del Tesoro. Esta reducción de cartera encaja con el repunte de TIR observado recientemente.

Y como argumentos los hay para todos los gustos y tendencias, en las misma fechas en que el Banco de España hacía públicas sus estadísticas, la Bolsa española anunciaba que durante el mes de mayo se habían negociado 84.338 millones de euros en Renta Variable, un 17% más que en el mismo mes de 2014, y representa el mejor mes de mayo desde el año 2010. Las cifras acumuladas hasta mayo se han situado en 433.528 millones de euros, un 27% superiores a las del mismo período de 2014.

Post-it

La Balanza de Pagos (BP) y la Posición de Inversión Internacional (PII) son estadísticas macroeconómicas que resumen las relaciones económicas entre los residentes de una economía y los residentes del resto del mundo. La BP registra, para cada período, las transacciones que tienen lugar entre los residentes y los no residentes mientras que la PII muestra el valor, siempre a fin de período, de las tenencias de activos y pasivos financieros frente al exterior.

La BP y la PII de España se elaboran siguiendo las directrices del sexto Manual de Balanza de Pagos del FMI, desde la publicación de los datos de julio de la BP y del segundo trimestre de la BP y de la PII, el 15 de octubre de 2014, fecha en la que tuvo lugar la implantación en España, al igual que en otros países fuera y dentro de la UE y la UEM de la nueva metodología.

La Tasa Interna de Retorno o de Rentabilidad (TIR), es un método de valoración de inversiones que mide la rentabilidad de los cobros y los pagos actualizados, generados por una inversión en porcentaje.

Carlos Díaz Güell es editor de tendenciasdeldinero.com