Joyas, cunas, aceite de oliva, zumos de frutas, puertas frigoríficas, tecnología química, «cava» sin alcohol, incluso macetas de plástico. Arabia Saudí busca productos valencianos para abastecer a los ciudadanos de este país, que tiene una altísima renta per cápita gracias al petróleo y donde resulta «difícil fabricar, por el clima y la ausencia de mano de obra cualificada». «Buscan importar productos, no que se invierta allí», añade el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, anfitrión de un encuentro bilateral que reunió ayer en las instalaciones de esta corporación a una veintena de grupos empresariales de Arabia Saudí y a cuarenta industriales de Valencia y Castelló.
Los segundos, claro está, interesados en vender sus productos al riquísimo reino de la península arábiga. Era el caso de Marcos Ávila, propietario de Palmar Mediterranean Export, una firma con poco más de medio año de vida que trata de hacerse un hueco en el mercado de productos gourmet de lujo. Uno de sus artículos, fabricado expresamente para Oriente Medio y los países del Golfo, es un vino espumoso sin alcohol que tiene «la misma fermentación que el cava pero que se desalcoholiza ante de embotellarlo», explica el empresario, que añade que la bebida «lleva polvo de oro alimentario para darle un toque de lujo». Según Ávila, a los compradores saudíes «les ha gustado». Morata, por su parte, desveló un consejo de Abdullah Al-Rasheed, presidente del Consejo de Negocios Hispano-saudí: «No lo denomines en Arabia champán ni cava, asociados al prohibido alcohol, llámalo zumo».
Los saudíes aún tardarán en probar este vino espumoso, si finalmente lo hacen, porque, como explica Morata, «la relación con ellos es lenta por su forma de ser; antes de venderles un producto hay que generar confianza, porque la relación personal es muy importante». Así que de los encuentros bilaterales de ayer los empresarios saudíes «tomarán nota y a final de año organizaremos una misión» a Riad, la capital de Arabia, «para intensificar las relaciones» y tratar de que los contactos iniciados en Valencia fructifiquen.
Morata asegura que Al-Rasheed, con el que ha mantenido varios encuentros, incluido uno en su casa de Marbella, «tiene interés en hacer negocio con los valencianos, hasta el punto de que la delegación saudí ha venido antes a Valencia que a Madrid». El presidente cameral precisa que estos empresarios „«no son firmas sectoriales, sino grandes grupos con participación en distintas actividades», apunta„ están interesados también en potenciar el negocio con las pymes, dado que «las grandes empresas tienen hilo directo con el Gobierno del país». Además de los citados, industriales valencianos de cosmética, textil, la domótica, auxiliar de la construcción „molduras para escayola„ o el metal „taquillas para consignas de aeropuerto„ ofertaron sus productos a unos homólogos saudíes dedicados a la construcción y sus materiales, los bienes de consumo, la salud o la agroalimentación. Unos contactos que trataban de elevar de cara al futuro esos 339 millones que la C. Valenciana vendió el año pasado a Arabia Saudí.
