Ribera Salud ha completado la adquisición del 51 % de la concesión del Hospital de Alzira que conservaba la aseguradora Adeslas a la espera de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) otorgue el visto bueno definitivo. La compañía valenciana participada al 50 % por el Banco de Sabadell y la multinacional americana Centene Corporation completó los trámites burocráticos con la Administración autonómica el pasado 5 de junio. La Conselleria de Sanidad remitió la notificación de compra de Ribera Salud a la Abogacía de la Generalitat, que ratificó que se trata de un cambio interno a la UTE y por tanto no necesita autorización por parte del departamento que dirige en funciones Manuel Llombart. «Solo era necesaria una toma de razón y así se hizo», señalaron fuentes oficiales de la conselleria.

Desde la empresa señalaron que el único trámite pendiente es pasar el filtro de la CNMC, tal como marca el procedimiento en este tipo de operaciones. Aunque Ribera Salud ejercerá casi de monopolio en las concesiones sanitarias en la Comunitat Valenciana (sólo Manises está en manos de otro operador, Sanitas), no es probable que Competencia ponga problemas. Hay que tener en cuenta que no se trata de un mercado libre, sino de contratos de gestión de hospitales y áreas de salud de titularidad pública que se adjudican por concurso público.

Con la compra del paquete de Adeslas en Alzira, Ribera Salud consuma la adquisición de participaciones desarrollada en lo que va de año. En abril, Asisa cerró también el traspaso de su 35 % en la concesión de Torrevieja y el 40 % del que se conoce como Hospital del Vinalopó en Elx y su correspondiente área de salud. Las dos aseguradoras abandonan así la aventura empresarial de las concesiones valencianas, cuyos balances se han visto tensionados en los últimos años por la demora en los pagos de la Generalitat. La relación de la Conselleria de Sanidad con los concesionarios va a entrar ahora en una nueva fase con el cambio de color político en el Gobierno. Aunque PSPV y Compromís no prevén rescatar concesiones por su elevado coste económico, es seguro que serán menos flexibles a la hora de exigir que se cumplan a rajatabla las condiciones pactadas en los contratos.

La salida de Asisa y Adeslas permite también a los socios de Ribera Salud completar su estrategia de reducir el número de beneficiarios de las concesiones y nuclear los contratos en torno a la empresa valenciana que ya sólo comparte el Hospital de Dénia y el área de Salud, en este caso con DKV. La llegada de Centene al accionariado de Ribera Salud tras comprar el 50 % que poseía Bankia ha acelerado esta estrategia de ir deshaciendo acuerdos societarios.

El importe de las operaciones de compra todavía no ha trascendido, aunque fuentes cercanas a Ribera Salud aseguran que sí ha habido desembolsos por parte de la empresa. En cualquier caso las incertidumbres sobre los contratos y los riesgos financieros acumulados invitan a pensar que Asisa y Adeslas no habrán obtenido grandes plusvalías por la venta de sus paquetes.

Centene apenas pagó 12 millones de euros por las acciones de Bankia, aunque asumió riesgos de 48 millones de créditos del ICO pendientes de pago.