El Comité Económico y Social (CES) de la Comunitat Valenciana presentó ayer su memoria anual, de la que se desprende una leve mejoría económica, al tiempo que exige un mayor impulso a sectores como la industria y la educación, además de luchar contra la infrafinanciación autonómica. La Casa dels Caragols de Castellón acogió la presentación del informe, en un acto al que no han faltado representantes del mundo empresarial, sindicatos, autoridades políticas y el nuevo presidente de les Corts, el socialista Francesc Colomer, que acompañó en la mesa al presidente del CES, Rafael Cerdá, y a los vicepresidentes de la entidad, Juan Ortega y Rafael Montero.

Este último explicó que «los indicadores nos muestran un mejor comportamiento de la economía, puesto que la Comunitat Valenciana creció en 2014 un 2,1%, frente al 1,4 % de la media nacional, y el desempleo también sufrió un decrecimiento superior a la media». «Asimismo, la actividad exterior supuso 116 puntos, muy por encima de la media, que se sitúa en 90», indicó. «No obstante, y a pesar de que los datos son positivos, seguimos viendo con preocupación el desempleo, porque es insostenible», destacó el responsable, que también volvió a hacer hincapié en la «infrafinanciación de la Comunitat Valenciana, que es una de las que más aporta, a pesar del déficit que tiene y que es uno de los puntos condicionantes para que salgamos de esta situación, tal y como venimos diciendo desde hace tiempo». Sugirió «potenciar los sectores industriales, trabajar en la diversificación de la industria manufacturera e impulsar el sector alimentario, que es uno de los más potentes que tenemos y cuya materia prima cuenta con un valor añadido del que se benefician otros países, que justamente no tienen los mismos costes energéticos que el nuestro. Eso nos preocupa», concluyó.