Un fondo de inversión ha pedido a los jueces de Valencia que inicien el embargo de tres mil antiguos clientes del BBVA que dejaron impagados sus préstamos, según confirmaron ayer a Levante-EMV fuentes de la Ciudad de la Justicia. La empresa, que se llama Fondo Iberia Inversiones II Limited, le compró al BBVA la cartera de préstamos impagados poco después de constituirse en Irlanda. Los créditos no son hipotecarios, pero el fondo „que ha fijado su sede fiscal en Dublín para pagar menos impuestos„ ha solicitado a los juzgados que averigüen los bienes de los afectados para iniciar el embargo.

El fondo de inversión se constituyó el 10 de noviembre de 2014 y firmó la compra de la deuda impagada nueve días después. La empresa comparte domicilio con Fondo Iberia Inversiones, que se fundó en marzo de 2013 y que adquirió deuda similar a BFA-Bankia, a través de un contrato de cesión de créditos.

El decanato ha repartido los 3.000 asuntos del Fondo Iberia Inversiones II Limited entre todos los juzgados de Primera Instancia de la Ciudad de la Justicia de Valencia. Fuentes judiciales explicaron que cada juzgado ha recibido 170 procedimientos y lamentaron que el banco BBVA no cribó todas las deudas porque «algunas han caducado y otras estaban pagadas. Tenemos reclamaciones de deudas de 1987».

Los juzgados tenían archivados gran parte de los procedimientos porque el BBVA acabó desistiendo del cobro. Sin embargo, ahora van a tener que reabrir la mayoría porque las reclamaciones prescriben a los quince años de la última actuación judicial.

Los jueces todavía desconocen la cantidad exacta que el fondo irlandés está reclamando y el precio que ha pagado por la cartera de créditos morosos. Las mismas fuentes precisaron que en otros casos que se han tramitado en los juzgados de Valencia los fondos han comprado la deuda por un 4,5 % del valor total.

Otros fondos de inversión ya habían planteado este tipo de demandas en Valencia tras adquirir paquetes de deuda, pero «nunca de una forma tan masiva». El escrito remitido a los juzgados insta a los magistrados a que continúen con la ejecución del préstamo, averigüen los bienes de los morosos y procedan al embargo.

En los últimos diez años, estas operaciones de compraventa de deuda se han convertido en habituales tanto en el sector financiero como en el de las telecomunicaciones. Cuando una empresa quiere externalizar su cartera de deuda, organiza una puja y elige la firma de recobro.

La clave del éxito de este tipo de fondos radica en acertar en la posibilidad de recobro, que varía mucho. Los expertos calculan que cuando una persona lleva un mes sin hacer frente a la cuota de un préstamo hay un 80 % de posibilidades de que finalmente lo abone. Sin embargo, si ha pasado un año la probabilidad de cobro cae al 20 %. El fondo irlandés reclama los intereses impagados y puede llegar a exigir hasta un 30 % de recargo sobre la deuda total por los costes derivados del procedimiento judicial.