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Entrevista | Rafael Climent

"La economía especulativa solo ha servido para machacar a la mayoría"

El nuevo conseller de Economía prevé aplicar a la Comunitat Valenciana los conceptos de la economía del bien común

"La economía especulativa solo ha servido para machacar a la mayoría"

Licenciado en Filología Clásica por la Universidad de Valencia y profesor de griego en el instituto de Albaida, Rafael Climent ha sido siempre un gran aficionado a las matemáticas. La combinación de ambos elementos se ha visto reflejada en su gestión en los últimos 16 años al frente del Ayuntamiento de Muro, con superávits continuados en las arcas municipales, pero también con la aplicación de la denominada economía del bien común, un concepto que busca la implantación de una verdadera economía sostenible y alternativa a la de los mercados financieros. Su pretensión es la de continuar aplicando estos conceptos en el conjunto de la Comunidad Valenciana a través del cargo que acaba de estrenar.

Después de 16 años continuados en la Alcaldía de Muro, decidió dar el paso y probar fortuna a nivel autonómico. ¿Qué fue lo que le empujó a tomar esta decisión?

Dieciséis son muchos años en la política municipal, y más en mi caso, que siempre he mantenido un contacto constante con los vecinos. Eso resulta gratificante, pero al mismo tiempo acaba pasando factura. A partir de ahí, la posibilidad de trabajar por mi gente y mi territorio desde una perspectiva autonómica me resultaba un reto ilusionante, motivo por el que decidí presentar mi candidatura en Compromís por la circunscripción de Alicante. Afortunadamente, los excelentes resultados electorales de la formación me permitieron ser diputado, y finalmente conseller. En este sentido, sólo puedo decir que para mí es un orgullo, a la vez que una oportunidad y un reto, formar parte de un gobierno que pretende aplicar políticas alternativas y anteponer siempre el interés de las personas.

¿Cómo fue el proceso para convertirse en conseller, y más en unas negociaciones entre el PSOE y Compromís que, al menos desde fuera, han resultado más que complicadas?

Cuando hay partidos diferentes las negociaciones siempre resultan complejas. Hay que hacer confluir una amalgama de sensibilidades, pero al final se va llegando poco a poco a conclusiones. En ese marco, en un momento determinado apareció mi nombre como posible conseller, y resulté ser una persona de consenso. Llegados a este punto, debo dar gracias al Bloc y a Compromís por haber depositado su confianza en mí, y también al presidente de la Generalitat, que al final es el que tenía que refrendar mi nombramiento.

Algunas personas, sobre todo por su formación más cercana a las humanidades, podrían llegar a pensar que su perfil no es el más adecuado para estar al frente de la Conselleria de Economía. ¿Qué tiene que decir al respecto?

Aunque también soy aficionado, mi responsabilidad no está tan relacionada con las matemáticas. Mi objetivo es mezclar la realidad financiera con la social, partiendo de la base de que la economía tiene que estar al servicio de las personas y no al revés.

¿Y eso cómo se lleva a la práctica?

Hay que cambiar el modelo productivo para que la gente también viva mejor, generando empleo de calidad. Uno de los objetivos básicos es la reindustrialización, y en ese sentido los sectores tradicionales, como el textil, el juguete, el calzado o la cerámica tienen que desempeñar un papel fundamental. También hay que potenciar el sector agroalimentario, que cuenta con unas inmensas posibilidades, reforzar los institutotos tecnológicos y redirigir la construcción hacia campos como la rehabilitación. Todo ello sin olvidar sectores de futuro relacionados con las nuevas tecnologías o las energías renovables, porque también hay que caminar hacia la sostenibilidad. Mi intención, en relación a todo lo dicho, es la de crear una mesa de agentes sociales, en las que estén representadas universidades, sindicatos, empresarios y técnicos, para planificar hacia dónde debemos ir.

En sus años como alcalde se ha distinguido por su defensa de la denominada economía del bien común. Explique su significado.

Este concepto estriba en anteponer los intereses de las personas por encima de cualquier otro interés. Y para llegar ahí tampoco hay que inventar nada. A los valencianos nos ha ido siempre muy bien la defensa de lo pequeño, como son las pymes y el comercio tradicional. Hay que potenciar ese modelo productivo para poco a poco ir generando empleo estable para que dure en el tiempo. Y al final eso supone un cambio radical, alejado de la economía especulativa que se ha incentivado en los últimos tiempos, que si bien es cierto que ha generado mucho dinero en muy poco tiempo, ese dinero sólo ha ido a parar a un número muy limitado de personas y ha servido para machacar a la mayoría.

Ese cambio radical que pregonan ya les ha llevado a sembrar la desconfianza en algunos sectores, empezando por los empresariales. ¿Qué debe decir a eso?

Se nos está acusando de muchas cosas antes incluso de que hayamos empezado a hacer nada. Yo lo que pido es que nos valoren por lo que hacemos y que nos den un voto de confianza. Soy una persona de diálogo y mi intención es la de llegar a acuerdos. Que todos los sectores que tienen que ver con la economía se impliquen, y que al final todos consigamos mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Sin embargo, la situación económica con la que se va a encontrar la Generalitat va a dejarles atados de pies y manos...

Evidentemente, no es lo mismo gobernar con una deuda del 10 % o el 15 %, que con los 40.000 millones que nos ha dejado el PP, que equivale a tres presupuestos de la Generalitat. Pero tendremos que ponerle imaginación y explicarle a los ciudadanos exactamente lo que hay para que también lo comprendan y puedan colaborar. De hoy para mañana no podremos dar soluciones a todo, pero estoy convencido de que las cosas van a cambiar y que se notará que hacemos cosas diferentes.

Las comarcas centrales valencinas, de donde usted procede, se han sentido agraviadas respecto al resto del territorio, y de hecho ya se está hablando de resucitar el proyecto de cooperación que en su momento fue defenestrado por el PP al verlo como el embrión de una cuarta provincia...

No soy de límites provinciales, pero sí de potenciar la intercomarcalización y aprovechar las sinergias. Por nuestra parte, ya he señalado que vamos a potenciar los sectores tradicionales, mejorando su productividad y facilitándoles la apertura de nuevos mercados. Eso, sin duda, generará ocupación y valor añadido.

Siempre se ha mostrado orgulloso de la forma de gestionar Muro. ¿Piensa extrapolar esa filosofía ahora al conjunto de la Comunitat Valenciana?

La transparencia, la participación y la justicia social son conceptos que hay que aplicar en cualquier lado. Yo, como ha quedado claro, estoy en contra de la economía especulativa. La economía son personas y no números, y en este sentido, la dirección general de Economía Social y Cooperativismo debe jugar un papel fundamental.

Hay quien ve con desconfianza los gobiernos formados por varios partidos, debido a los enfrentamientos que pueden generarse en su seno. ¿Ustedes han agotado las discrepancias en las negociaciones previas al pacto o va a resultar una legislatura complicada?

PSOE y Compromís, así como el resto de partidos, estamos obligados a entendernos si no queremos defraudar a la ciudadanía de manera definitiva. Si los que estamos en el gobierno no nos damos cuenta de la situación crítica que vivimos y de la necesidad de cambiar las cosas para mejor es que no estamos a la altura.

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