La intensa destrucción de empleo que se ha producido durante la crisis económica ha tenido como una de sus consecuencias en la Comunitat Valenciana el incremento de la productividad hasta el punto de que se ha más que duplicado respecto a la etapa de expansión. Así consta en «La industria española: Un impulso necesario», recién publicado por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). Este monográfico de «Papeles de Economía Española» incluye un estudio de María José Moral y Consuelo Pazó titulado «La industria española: Desde la crisis hacia la fortaleza», que pone de relieve cómo la productividad por ocupado en la Comunitat Valenciana, que era del 1,79 % „por debajo del 2,18 % de la media española„ en el período comprendido entre 2000 y 2007, es decir, en los años de la bonanza, ha crecido hasta el 4,28 % „por un 3,29 % del conjunto nacional„ en los años de la crisis que van desde 2007 a 2012. Solo Castilla-La Mancha „del 0,63 % al 4,44 % y gracias a la deslocalización de la industria desde Madrid a Toledo y Guadalajara„ presenta una evolución mejor.
La tendencia es igualmente positiva en cuanto a productividad por hora trabajada, si bien los registros no son tan espectaculares. Así, el 2,83 % de 2000-2007 ha subido al 3,85 % de 2007-20012; en ambos casos por encima de la media nacional, que se situó, respectivamente, en el 2,91 % y el 3,13 %. Los resultados del informe muestran que el Valor Añadido Bruto (VAB) industrial valenciano es el segundo que más contribuye al total del sector secundario español, con un 10,93 %, solo superado por el 24,04 % de Cataluña y por delante del 10,74 % del País Vasco. Sumado el 9,55 % de Madrid, estas cuatro autonomías acaparan el 55 % del total de España.
Estos datos se han producido a pesar de que en los años de la crisis económica la Comunitat Valenciana ha padecido una auténtica sangría en su tejido empresarial manufacturero. En 2012, la industria atesoraba un total de 9.951 mercantiles, lo que suponía un descenso del 19,57 % respecto a las 12.372 de 2012. El descenso está casi cuatro puntos por encima de la media nacional.
El informe detalla también cómo la Comunitat Valenciana intensificó durante la crisis la destrucción de empleo en su industria que ya se había iniciado en la etapa de expansión. Así, entre 2000 y 2007, la pérdida de puestos de trabajo en el sector superó el 1 %, mientras que en los años de la recesión se situó por encima del 6 %. La reducción de empleos en los años en que la economía era boyante se explica, según las autoras del estudio, por el hecho de que, al igual que otras autonomías industrializadas, el sector secundario valenciano había entrado por entonces en la etapa de madurez de su ciclo de vida. Esta constatación es un factor a favor más en la reclamación empresarial de poner el objetivo sobre la industria para volver a recuperar el peso de esta actividad en el PIB de la autonomía.
Sea como fuere, el informe deja otros datos alentadores. Por ejemplo, que el ajuste de empleo se ha realizado por la vía de los contratos eventuales y de menor cualificación, «de manera que las plantillas de las empresas son ahora más cualificadas y con mayor estabilidad y experiencia», lo que «sin duda en el futuro debería contribuir a mejorar la productividad del trabajo». Otro tanto sucederá a medio plazo como consecuencia del aumento que se ha producido en el peso relativo de las empresas manufactureras que invierten en I+D, de manera especial entre las pymes.
