La industria alimentaria valenciana, arrastrada por locomotoras autóctonas de tanta potencia como las cadenas de distribución Mercadona y Consum, ha sido uno de los baluartes de la economía autonómica en los últimos años y uno de los pocos sectores que ha resistido con dignidad esta larga crisis. Seguramente esto es así porque se trata de un conjunto de actividades que ha llegado a la recesión bien pertrechado. Por ejemplo, en productividad. Un informe del Ministerio de Agricultura sobre la evolución de este sector en España en 2013 y 2014 pone de relieve que la industria alimentaria de la Comunitat Valenciana era más productiva que la del conjunto de España en el primero de los dos citados ejercicios. Siendo esta variable igual al valor añadido por persona ocupada, en la autonomía llegaba a los 58.000 euros mientras que en España se quedaba en los 53.600.
También la productividad de la industria alimentaria valenciana era superior al finalizar 2013 „en mil euros„ a la del conjunto del sector secundario autonómico. Por contra, este último estaba casi 6.000 euros por debajo de la media nacional, que asciende a 63.900 euros.
El músculo de este subsector en la economía valenciana se muestra a las claras, según el mismo informe, al comprobar que sus ventas de 7.899 millones de euros equivalían en 2013 al 18,2 % de los 43.353 millones que facturó la industria valenciana en su conjunto. Sin embargo, su peso es mucho menor en la comparativa nacional, donde supone un 8,6 % del total, tras experimentar, además, un descenso de cinco décimas respecto a 2012, cuando la facturación alcanzaba los 8.213 millones. Las campeonas españolas de la industria alimentaria son Cataluña, con un 22,6 %, Andalucía, con un 13,6 %, y Castilla y León, con un 9,9 %.
En cuanto al número de empresas „en este caso con datos referidos a 2014„, el Ministerio de Agricultura deja constancia de que en la Comunitat Valenciana existían al cierre del citado ejercicio 1.962 mercantiles, con una reducción de 25 respecto a 2013. Esa cifra equivalía al 6,9 % del total nacional. En este caso, el mayor número de firmas correspondía a Andalucía (18,4 %), seguida de Cataluña (12 %) y Castilla y León (10,6 %).
La contribución de este subsector de la industria al mercado laboral es también de relieve, dado que daba empleo a 30.814 personas en 2013, un 13,8 % de los 222.740 trabajadores censados en ese año en el sector secundario de la autonomía. La actividad de pan y pastelería es la que genera más empleos, con 8.121, seguida por la industria cárnica (5.657) y la conservera de frutas y hortalizas (4.017).
