El Sabadell corta definitivamente sus lazos con Hansa Urbana. Tras alcanzar un acuerdo para salir del accionariado de la matriz, ahora el grupo catalán ha decidido liquidar definitivamente las sociedades que la CAM creó junto a la constructora alicantina para promover miles de viviendas en México y que el banco heredó con el resto del negocio financiero de la caja. Unos proyectos que, al menos en el caso que les llevó a comprar nada menos que 35 millones de metros cuadrados de suelo en Baja California, resultaron un auténtico fiasco.

De hecho, la compañía de la familia Galea se vio obligada a ir cediendo a la CAM su participación en estas tres sociedades (Hansa México, Hansa Cabo y Operadora Cabo de Cortés), al no poder hacer frente a la abultada deuda que soportaban, de forma que el Sabadell ya recibió la mayoría del accionariado.

Desde entonces, y siguiendo las condiciones impuestas por Bruselas para autorizar la absorción de la CAM, que le obligan a desprenderse de todas las participaciones inmobiliarias que tenía la caja, el grupo catalán ya había vendido la mayoría de los activos y había vaciado de contenido estas sociedades. Hasta que, finalmente, ha podido darlas de baja de su balance con fecha de 30 de junio de este año, tal y como recogen las cuentas que ha remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Eso sí, con un resultado muy desigual. Mientras que la liquidación de Hansa México le costará unos 5,5 millones de euros, el banco podrá anotarse unas plusvalías de 5,9 millones con la desaparición de las otras dos sociedades gracias a que ya había contabilizado las pérdidas ocasionadas en anteriores ejercicios.

Desde la entidad dejaron claro que con la extinción de las sociedades mexicanas se ha puesto fin definitivamente a la relación del grupo con Hansa, unos socios con los que nunca se sintieron cómodos. Sobre todo, debido a las causas judiciales que acumula la promotora, investigada por fraude fiscal por la venta de una parcela al constructor Enrique Ortiz y por un caso de supuesta corrupción en el caso Novo Cartago, en Cartagena.